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Sergio, en caída libre

Sergio, en caída libre

Por Guillermo Salmerón
sábado 20 de junio de 2009, 00:00h

Sergio García, nuestro mejor representante en el ranking mundial de golf –es vigésimo tercero-, sigue en caída libre en una temporada que ya puede decirse que hasta el momento es la peor que ha tenido desde que dio el salto al profesionalismo.

Ya no es cuestión de títulos, de victorias o de luchar por estar en la parte más alta de las clasificaciones de cada semana. Da la sensación de que Sergio ha perdido el camino y resulta sorprendente que todo lo que ha hecho en los últimos años no aparezca ahora por ningún lado ¿Dónde está esa ilusión por jugar y ganar todos los torneos en los que participaba? ¿Dónde está esa garra con golpes imposibles que casi cada semana aparecían en cada torneo que jugaba? ¿Dónde está esa alegría y esas sonrisas de cara de pícaro que contagiaba a todo el mundo? ¿Se fueron con “el Niño” las ganas de disfrutar con el golf? ¿Qué es lo que verdaderamente le pasa a Sergio García?

 

Muchas de estas preguntas no tienen respuesta ahora mismo, pero ojalá que en el futuro puedan tenerlas y que sean consideradas como una anécdota en su carrera en no demasiado tiempo. La realidad es que la mayoría de los grandes jugadores han pasado a lo largo de su carrera por situaciones similares a las que ahora parece que atraviesa Sergio. Es decir, falta de confianza, inseguridad, mal juego, resultados muy pobres, desgana en el juego e impotencia por seguir mejorando. Jugadores como Els, Mickelson –al que se le tachaba como el mejor jugador sin Majors- Campbell o el mismísimo Ballesteros han tenido a lo largo de sus respectivas carreras malos momentos como el que atraviesa Sergio ahora mismo, pero todos ellos los superaron.
 


Si tenemos algo de memoria no nos costará recordar que en 2008 García estaba segundo en el ranking mundial a sólo unas décimas de Tiger Woods, luchando por el número uno mundial, ganando torneos y agarrándose en las clasificaciones por cualquier plaza entre los primeros puestos de cualquier torneo, ya fuese en Estados Unidos como en Europa o Asia. Que Sergio no pasase un corte era noticia de primera plana en páginas de deportes de medio mundo hace sólo unos meses y hoy, lamentablemente, ya no sorprende a nadie.

 

El golf español necesita a un Sergio García en plenitud de forma, de juego y de ilusión y no vale para un jugador como él no pasar cortes, ir por el campo con tristeza y con la sensación de irregularidad que está viviendo. Si la cosa está así de mal merecería más la pena pasar una temporada viendo los problemas, analizándolos y trabajando al 150% para intentar solucionarlos.

 

Sergio es un grandísimo jugador, tiene calidad para ganar cualquier torneo que juegue, pero parece que ahora no es el momento. Tengamos también un poco de paciencia. Queremos ver al Sergio del puño en alto, el de los saltos mirando como su bola hace vuelos imposibles, ganando y luchando por sus sueños, que muchas veces son los mismos que los de miles de aficionados al mundo de golf en nuestro país. Aquellos que queremos verle ganar un grande -da lo mismo el que sea- y aquellos que creemos que Sergio debe estar en lo más alto de un ranking mundial en el que ahora ocupa un lugar que no es el suyo.
 

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