De nada sirvieron los esfuerzos de Laura Davies, ni de Gwladys Nocera ni de Tania Elósegui, las americanas fueron superiores. El espectáculo estuvo servido en todo momento y el partido de la española junto a Cristina Kim fue definitivo para que Estados Unidos ganara el sexto punto que era el que le daba el triunfo.
El pasado año veíamos por televisión a un Anthony Kim eufórico en la Ryder, y con una actitud no demasiado correcta para estar en un evento deportivo. Este año hemos sido testigos de algo parecido: Cristina Kim jaleando al público y bailando sobre los greenes. Curiosa coincidencia.
No pudo ser pero, según palabras de Tania, “es una experiencia que merece la pena vivir”. Veremos si Europa puede en el 2011.