El británico ha hecho gala de su “flema” y caballerosidad peleando con cabeza. Conservador en lo esencial, especulador con el resultado, planteó su partido final con Kim como un particular “duelo al sol” de largo recorrido. El americano, más agresivo, se fue apagando en los segundos 18, al punto de llegar “dormi” al hoyo 15, donde entregó el partido, la final del Volvo World Match Play Champioship y la posibilidad de hacerse con los 750.000 € del ganador. A la mochila de Kim se marcha un nada despreciable talón de 450 mil euros.
Con Tiger o Mickelson es posible que este Mundial pueda ganar en competitividad, atractivo y arrastre de público hasta el campo. Quizá nunca les veamos jugarlo, aunque los rumores no han parado de circular por el campo, la carpa de VOLVO o la sala de prensa. Cierto que no hay que desmerecer la entrega de Fisher, Kim, Allenby o Cabrera, pero poco más. Sergio García ha vuelto por sus fueros, dejando el Mundial sin la esperada presencia española de fín de semana.
Menos mal que se acercó Juan Quirós, el senior de la sonrisa sempiterna y nos recordó en su veteranía la misma sonrisa que vimos al campeón del mundial Ross Fisher sobre el Green del hoyo 15. Nada que objetar a su victoria, tan trabajada como merecida.