Una ciudad cargada de historia, sus orígenes se remontan al paleolítico, pero en esa época no se jugaba al golf y nosotros queríamos conocer los 18 hoyos del campo Golf Resort Pisek - Kestrany y hacia allá nos dirigimos.
Campo de 6.146 metros, comienza con un par 5 largo, bonito y difícil. Fuera de calle, hay problemas. Agua a la izquierda y un rough imposible a la derecha. Tiene 5 pares 3 donde uno piensa que es posible arreglar la tarjeta….hasta que se llega a cualquiera de las salidas. Pregunta en el tee del 6, ¿a qué agua me voy a ir? ¿al de la izquierda, al del centro?, lo normal es que se termine en alguno de los grandes lagos que tiene en todo su recorrido.. El campo está en un paraje fantástico, pinos, abedules, cipreses…son testigos ciegos y sordos de nuestro juego, pero nosotros tenemos los cinco sentidos en plena ebullición para poder emborracharnos de la fantasía que nos rodea y seguidamente digerirla.
La Casa Club es una típica estructura de la zona, madera, techos inclinados, sobria pero elegante. Se puede degustar cocina típica. Las sopas son exquisitas, el cerdo y el pollo lo elaboran de muchas formas distintas y las verduras son estupendas, si a estos platos los regamos con unos buenos vinos de la zona, el día ha sido un completo acierto, a ello han ayudado mucho las personas de Czech Tourism.
A la hora de recoger y seguir camino hacia el siguiente destino, uno se tiene que girar y volver a disfrutar de ese hermoso paisaje que dentro de poco estará completamente nevado.