La 138 edición del Open Británico volvió a ser terrorífica para los jugadores después de "engañar" con una primera jornada muy benévola. Miguel Ángel Jiménez ha cedido el liderato en una ronda más irregular. Con 73 golpes (+3) ha retrocedido al cuarto puesto con -3 en total después de sufrir, como la gran mayoría, y hacer seis bogeys, cinco de ellos en la primera vuelta, y tres birdies, dos en una segunda vuelta mucho más controloda.
El primer puesto ha pasado a manos de dos estadounidenses Steve Marino y Tom Watson. Marino, un "suplente" que hasta el domingo no supo que estaba incluido en el British, ha terminado con -5 en total después de una ronda de 68 golpes. La inexperiencia de este jugador en los links (nunca antes había jugado en uno de estos campos), no le ha resultado un problema.
Por su parte, Tom Watson tomó protagonismo a última hora de la tarde cuando comenzó a embocar putts milagrosos ante la atenta mirada de Sergio García. Watson, de 59 años y ganador de cinco British, el último en 1977 en un duelo con Jack Nicklaus, se ha defendido muy bien del viento, que ha llegado a los 35 kilómetros por hora. Si en la primera vuelta cinco bogeys y dos birdies le apartaron de la primera plana, con tres birdies en la segunda y el par en el día, le devolvieron al primer plano y al liderato con -5.
Por detrás, otro veterano ganador del British en 1989, Mark Calcavechia, con 69 golpes, se ha colocado segundo con -4 total, mientras que con -3 un grupo perseguidor entre los que están Miguel Ángel Jiménez empatado con Ross Fisher, o Vijay Singh, y con -2 un "peligroso" Lee Westwood
Más atrás, Sergio con -1 no está mal posicionado, empatado con hombres como Martin Kaymer, Camilo Villegas, Retief Goosen o Ángel Cabrera. El tercer espñaol que ha aguantado el corte, Gonzalo Fernández Castaño, con +1 en total, ha terminado con 72 golpes tras cinco bogeys y tres birdies. No han pasado el corte Álvaro Quirós, con +8 y Pablo Larrazábal, con +20.
La pelea de Tiger por pasar el corte ha sido otra de los recuerdos que quedarán en esta segunda ronda de la 138 edición del Open Británico. Con +7 en el hoyo 15, necesitaba tres birdies y lo logró en el 16 y en el 17. Sin embargo, el par del 18 no fue suficiente porque el +6 le dejó fuera. Tiger no pasa el corte por segunda vez en un Grande como profesional, después del Us Open de 2006. Su tarjeta de 75 fue especialmente castiga en el hoyo 1o y en el 13, con dobles bogeys.
El Open Británico vuelve a ser uno de esos Grandes místicos en el que además los protagonistas han hecho que la historia del golf vuelva a brillar.