Para sorpresa de muchos, Soria se encuentra en un cruce de caminos tan interesante como desconocido. La llegada de las autovías a Madrid y Pamplona se esperan como agua de mayo. Mientras, un campo de golf de 18 hoyos permanece desde hace seis años en un extraordinario paraje de robles centenarios.
Quien busque tranquilidad, sosiego y contacto con la naturaleza no puede olvidarse de Soria. Si además lo que le interesa es jugar al golf en ese ambiente, el Club de Golf Soria cumple todos los requisitos.
Un campo de 18 hoyos en unas 76 hectáreas repletas de robles centenarios lo convierten en una prueba llena de agradables retos. Félix Chamarro, el gerente de este Club, tiene claro que se encuentran en un lugar privilegiado muy cerca de Madrid y por eso no para de organizar actividades. La última, la Escuela de Golf Adaptado donde numerosos alumnos acuden a descubrir el golf.
El campo tiene el reclamo de la naturaleza y de la paz en un recorrido que obliga al mismo tiempo a la estrategia.
Son 6.279 metros desde blancas, par 72, con cuatro pares 5, cuatro pares 3 y diez pares 4. Todos los hoyos discurren entre robles, y además hay siete lagunas naturales. De esta forma, los golpes deben ser precisos pero a la vez existe la posibilidad de retar al campo afrontando calles y greenes con golpes mágicos.

La primera vuelta es más amable que la segunda.
Aún así, el hoyo 2 es el segundo más complicado del campo, y el hoyo 6 es el handicap 4. Par 4 de 386 metros uno, y par 5 de 463 metros otro, son dos hoyos exigentes, largos y estrechos. Además destaca el hoyo 5, el más apartado del campo. Es un par 3 de 140 metros con agua antes de green y que se sitúa al fondo de la finca.
En la segunda vuelta el 10 y el 18 son dos pares 5 muy atractivos. Con dog leg uno a la derecha y otro a la izquierda, los golpes con efecto causan una gran sensación. Ambos son los más largos del campo, con 464 metros, y además los greenes son muy movidos, en especial el del 10, donde hay más de dos plataformas.

El hoyo 11 es un par 4 corto, de 332 metros, aunque habrá que pelearse con los árboles si se quiere acortar terreno. Después el clásico par 3 con agua antes de green. Sus 170 intimidan.
Pero es el 13 el más interesante. Par 4, no es el más difícil, es un handicap 7, ni el más largo, con 320 metros, pero las condiciones lo colocan como uno de los más atractivo. La salida con drive corre el peligro de salir de la calle porque un temprano dog leg a la derecha acorta la pista de despegue. Además, un árbol en la curva impide acortar, y a la derecha del árbol hay un riachuelo y después bosque. Se puede asegurar con madera 3 o arriesgar con drive. De segundo golpe un hierro 5 ó 7 puede ser suficiente, pero el lago antes de green asusta.
Tras un par 3 de recuperación, con 164 metros cuesta arriba pero sin demasiada complicación,
llega el handicap 1, un hoyo aparentemente sencillo, cuesta abajo, par 4, 370 metros, con bosque a la derecha. El problema llega en el segundo golpe porque el green está muy protegido por árboles y arena. El green está junto al 5, respirando la calma más absoluta.

Si se ha salido vivo del 15, el 16 es también complicado.
Handicap 3, cuesta arriba y de 359 metros, la salida debe ser precisa porque a la izquierda hay fuera de límites y a la derecha bosque. La calle es ancha, pero un error puede costar caro. De segundo golpe también hay peligro a los lados. Lo mismo pasa en el 17, parecido al anterior pero más corto, 331 metros, y algo más plano. Para acabar, otro par 5 largo con curva a la izquierda muy interesante.
El green está muy escorado y los árboles impiden acortar todo lo que se querría. Además stá muy protegido por búnkers.
La Casa Club del campo tiene todos los ingredientes, con un restaurante preparado para combinar un green fee con un menú y
con una terraza desde donde se puede contemplar la finca. El golf en Soria existe y sólo falta descubrirlo.