El golf ha pasado en los últimos años a ser un deporte bastante popular. Sólo somos 300.000 en un país de 40 millones, pero el ritmo de crecimiento invita al optimismo.
Cada año hay más jugadores y más torneos de relieve. Pese a la actual crisis, el golf seguirá desarrollándose como deporte profesional, aunque cueste un poco más encontrar patrocinadores o aunque haya que apretarse un poco el cinturón.
Y también como deporte amateur, porque es cada vez más accesible gracias a los campos y canchas de prácticas de carácter público. En definitiva, es un deporte del que pronto se reconocerá el beneficio saludable para las personas y su aportación al desarrollo sostenible gracias a la aportación de zonas verdes imprescindibles para el medio ambiente.
Gonzalo Nieder es periodista