Parece increíble, pero a falta de unas horas para la disputa del último torneo que cerrará la clasificación individual del LIV Golf, Jon Rahm (sin victorias este año) podría arrebatarle el título de la temporada a Joaquín Niemann (cinco victorias en 12 torneos), sin valorar el reparto de puntos de la estructura de la gira saudita. El español parte con buenas opciones para convertirse por segundo año consecutivo en el ganador de la orden de mérito y optar al bono de 18 millones de dólares que se embolsará el jugador más regular. Las cuentas son relativamente sencillas: si el chileno termina primero o segundo, se llevará la victoria global; si, por el contrario, cae hasta la tercera posición, las opciones de Rahm serán variadas. Con la victoria en Indianápolis, Rahm conquistaría el triunfo siempre que Niemann termine tercero o peor. El límite para el triunfo del de Barrika sería un séptimo puesto, siempre y cuando Niemann termine más allá del puesto 25.
Lucha por no descender
Otro de los grandes puntos de interés del torneo de Indianápolis, que empieza hoy, son los jugadores instalados en la llamada drop zone (más allá del puesto 49), que perderían su contrato con LIV Golf. Este año, con la nueva dirección de la gira saudita, ya se anunció que los reglamentos se cumplirán a rajatabla. De esta forma, jugadores como el nuevo fichaje de los Cleerks, Frederik Kjettrup, o Anthony Kim, parecen ya condenados a perder su categoría, y solo les quedaría el recurso de competir en el Asian Tour. En la cuerda floja están Ian Poulter y el chileno Mito Pereira, y de momento salvado, pero podría caer en función de los resultados Henrik Stenson.
El LIV cerrará esta semana su capítulo individual y quedará a expensas del último torneo para la clasificación por equipos.