Hace un año McKenzie Hughes y el austriaco Seep Straka, reciente ganador en Roma, en Marco Simone, de la Ryder Cup, se jugaban en el Playoff la victoria en este torneo, entonces de las Fall Series después de haber llegado ambos a -17 tras dos tarjetas de -3 y -5, respectivamente. Al final la victoria fur para Hughes, pero Straka siguió aprendiendo en un circuito muy exigente que en cada cita exige lo máximo de todos los que toman parte en sus torneos cada semana.
Y esta, la primera en la que vuelve la competición tras la Ryder Cup en el PGA Tour habrá un representante del equipo ganador en las calles del The Country Club of Jackson donde se podrán en juego algo más de ocho millones de dólares en juego y en donde Hughes defenderá su título logrado el año pasado. se trata del sueco Ludvig Aberg que ha aportado muchas cosas en Roma y que ha demostrado, ante todo, que es un jugador de futuro para el golf europeo y un ganador nato.
En Estados Unidos todavía no ha ganado y jugará este torneo por haber terminado entre los 50 primeros del Korn Ferry Tour disputando su decimo tercer torneo en el PGA Tour intentandose hacer un hueco entre los mejores del mundo y ya con una Ryder en su palmarés sin nisiquiera haber jugado un Major en su vida.
Con él no habrá grandes figuras del golf mundial, pero da la sensación de que él sólo se basta para acaparar la atención de esta primera cita americana tras la Ryder.