La primera jornada del BMW PGA Championship en el icónico recorrido de Wentworth quedó inconclusa por falta de luz, pero no por falta de emociones. El torneo, que reúne esta semana a 11 de los 12 integrantes del equipo europeo de la Ryder Cup, arrancó con una intensidad competitiva digna de la cita continental que se avecina. El campo de Virginia Water, con su célebre West Course, fue testigo de una exhibición de talento y ambición, en una jornada que dejó claro que los protagonistas están afinando sus armas para Bethpage Black.
En lo más alto de la clasificación se encuentran dos nombres que han dejado una huella imborrable en este primer día: el francés Tom Vaillant y el sueco Ludvig Åberg, ambos con una tarjeta de 64 golpes (-8). Vaillant, con un juego sólido de tee a green y una precisión quirúrgica en los greenes, firmó una vuelta sin errores, destacando especialmente en los pares 5, donde supo capitalizar sus oportunidades. Åberg, por su parte, continúa confirmando su meteórico ascenso en el golf profesional. El joven sueco, que sí estará en la Ryder Cup, demostró por qué ha sido una de las revelaciones del año, con una ronda agresiva y sin fisuras que lo coloca como uno de los favoritos para el fin de semana.
A un golpe de distancia, con -7, se sitúa el sudafricano Casey Jarvis, quien también completó sus 18 hoyos. Jarvis desplegó un juego consistente, con una gran lectura del campo y un putt que le permitió salvar situaciones comprometidas. Su actuación es una muestra del talento emergente que llega desde el hemisferio sur.
El grupo de perseguidores con -6 incluye a nombres de peso y experiencia. Antoine Rozner, otro francés en estado de gracia, firmó una ronda de 66 golpes en la que brilló su temple en los momentos clave. Matt Fitzpatrick, campeón del US Open y pieza clave del equipo europeo, también se colocó en esa línea, mostrando una versión muy afinada de su juego corto. Richie Ramsay, el escocés de juego sobrio y cerebral, se sumó al pelotón con una vuelta sin errores, mientras que Joakim Lagergren, otro sueco en gran forma, completó el cuarteto de -6 con una actuación muy sólida.
Con -5, tres jugadores se mantienen al acecho: Justin Rose, Ewen Ferguson y Sam Bairstow. Rose, uno de los veteranos más respetados del circuito y parte del equipo europeo, mostró su habitual elegancia en el campo, con una ronda que combinó experiencia y precisión. Ferguson, también escocés, aprovechó bien las condiciones de la mañana para firmar una tarjeta limpia, mientras que Bairstow, menos conocido pero con gran proyección, sorprendió con una actuación madura y agresiva.
En cuanto a la representación española, Pablo Larrazábal fue el mejor clasificado al término de la jornada, con una tarjeta de 68 golpes (-4). El barcelonés, que siempre compite con pasión y entrega, mostró un juego muy sólido, especialmente en los segundos nueve hoyos. Su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes del campo y su temple en los greenes le permitieron mantenerse en la pelea, dejando claro que aún tiene mucho que decir en este torneo.
La jornada estuvo marcada por una meteorología cambiante, con momentos de sol intercalados con nubes densas que anunciaban la llegada de la tarde. La falta de luz obligó a suspender el juego antes de que todos los participantes completaran sus vueltas, dejando en el aire algunas incógnitas que se resolverán en la reanudación del viernes. Entre los jugadores que aún no han terminado su primera ronda se encuentran varios nombres importantes del equipo europeo, lo que añade un componente de expectación a la jornada siguiente.
El BMW PGA Championship, uno de los eventos más prestigiosos del calendario del DP World Tour, no solo ofrece puntos valiosos y una bolsa atractiva, sino que esta edición en particular sirve como termómetro para medir el estado de forma de los europeos antes de la Ryder Cup. La presencia de figuras como Rory McIlroy, Viktor Hovland, Jon Rahm y Tyrrell Hatton, entre otros, convierte al torneo en una suerte de ensayo general para lo que se vivirá en Marco Simone Golf & Country Club.
Con una clasificación apretada y muchos jugadores aún por completar sus vueltas, el torneo promete emociones fuertes en los próximos días. La lucha por el título está abierta, y el campo de Wentworth, con su exigente diseño y su historia legendaria, será el juez implacable que dictará sentencia. Mientras tanto, los aficionados al golf pueden disfrutar de un espectáculo de altísimo nivel, con el añadido de ver a los protagonistas de la Ryder Cup en acción, afinando cada golpe como si ya estuvieran en Roma.
En cuanto al resto de los españoles tras esta primera jornada tras Larrazábal han terminado hoy Eugenio López Chacarra, que busca meterse entre los diez primeros del DP World Tour para jugar el PGA el año que viene, con -3; Ángel Ayora y Alfredo García Heredia con -2; Jon Rahm, Ángel Hidalgo y los hermanos Elvira, Nacho y Manuel, con -1; Iván Cantero, al par del campo, Jorge Campillo con +1 y Alejandro del Rey con +4.