Diario de una semana de pasión
Hugo Costa | Lunes 03 de abril de 2023
Lunes santo, asiento 55E, rumbo a Atlanta. Tener el asiento más alejado de la puerta de embarque me va a asegurar una hora de cola en el control de pasaportes. El vuelo va hasta arriba aunque no llegaremos a la decena de pasajeros cuya excusa de huir de las procesiones y playas por el Masters de Augusta; los chicos de Movistar+, los compañeros de El País, el Correo y Marca y una familia que se ha liado la manta a la cabeza y han regalado a su padre un viaje para cumplir su ilusión; ver en directo el torneo más especial.
Aunque no soy supersticioso, servidor tenía la inquietud de viajar este año para romper la barrera de los 13 Masters in situ. La rutina anual de esta semana de pasión no me hace perder la perspectiva, mucha gente mataría por estar ahora sentados en el 55E y afrontar los días que tengo por delante.
Resulta difícil explicar lo que Augusta y su Masters representa para los que lo visitamos, incluso con la rigidez impuesta por el club que en muchas ocasiones roza el absurdo y condiciona nuestro trabajo esta semana.
En el Masters el NO siempre esta por delante, pero la experiencia siempre compensa. Es difícil encontrar en el golf y en la vida un sitio al que acudas cada año y cada año te sorprenda, cada edición descubres algo nuevo. Como mi décimo cuarta presencia tiene que ser especial, me he propuesto una serie de objetivos para disfrutar aún más esta semana. Ahí van:
- Comprarme un enano de jardín (es un armatoste y no tengo jardín, pero lo quiero). Es el producto más vendido en la tienda de merchandaising y cada día se agota en unas dos horas. Además, invertir en el gnomo es ganacia segura, solo hay que darse una vuelta por ebay.
- No comer donuts en la sala de prensa. La media de engorde de la semana en los últimos 13 años ha debido estar en torneo a dos kilos. A los periodistas no nos darán muchas facilidades informativas, pero nos ceban y uno es de voluntad frágil y estómago agradecido.
- Entrevistar a Ana Patricia Botín, desde que hace algunos años di la exclusiva de su incorporación como única socia española del club más elitista del mundo. Cada año puntualmente, escribo y llamo a su amable jefe de prensa para solicitar una pequeña entrevista. La respuesta siempre es la misma y va muy acorde con la filosofía de este torneo: no. Por primera vez este año no he hecho la gestión y si la me la encuentro con su chaqueta verde pasando por el club, me presentaré a bocajarro.
- Renovar mi último CD de John Daly. Ahi estará instalado en el aparcamiento del Hootters, bebiendo y vendiendo sus productos. El último disco que compré se perdió en una mudanza y urge recuperar la adquisición firmada por el protagonista.
- ¿Pisar Augusta?, todo el mundo dice que no hay mucho que ver, pero resulta un tanto delirante que después de tantos años viniendo jamás haya visitado el downtown ni aunque solo sea por curiosidad periodística.
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