Que el número uno mundial de cualquier deporte esté en los Juegos Olímpicos parece, cuando menos, lógico pero en el golf y en estos próximos Juegos de Tokio parece que en el golf -si Dustin Johsnon sigue siendo número uno- no sucederá ya que el norteamericano confirmaba la semana pasada su intención de no acudir a los Juegos de Tokio alegando que el torneo olímpico se sitúa dos semanas después del Open Championship y una semana antes del WGC de Memphis, en Estados Unidos.
Johnson ya se negó a jugar también en la vuelta de los Juegos a la familia olímpica con ocasión de la cita en Río 2016 que, finalmente ganó el inglés Justin Rose. Entonces el norteamericano dijo que prefería no ir para protegerse del virus del Zika. Como él tomaron la misma decisión Jordan Spieth, Rory McIlroy, Jason Day y Adam Scott.
La pregunta ahora es saber si otros jugadores de la calidad y el estatus de Johnson podrían renunciar a la cita olímpica y a la lucha por unas medallas que parece que no tuvieron mucho interés para los jugadores de primera línea hace cinco años.
Seguramente, todo dependerá de la situación con el coronavirus y la pandemia y del calendario personal de las grandes estrellas de este deporte que parece que no tienen en las medallas olímpicas un atractivo demasiado grande para luchar por ellas.