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Alejandro de Miguel: "Este año quiero jugar el Us Open y el Open Británico para ciegos"

Jugador invidente y subcampeón del Mundo

Guillermo Salmerón. Fotos Kike Rincón | Lunes 14 de enero de 2019

Hace tres años Alejandro de Miguel -con 26- perdió la vista por completo. Un glaucoma que le habían diagnosticado con siete años cumplió las peores expectativas del pronóstico de los doctores y se llevó la visión de los ojos de este madrileño que a pesar del durísimo revés que le dio la vida no ha parado de luchar y de seguir adelante sin prisa pero sin pausa.






En la actualidad Alejandro estudia tercero en el grado de Administración y Dirección de empresas en la Universidad Alfonso Décimo (UAX) con éxito. “Voy poco a poco pero bien. Este año me he matriculado de tres asignaturas anuales y de una trimestral que acabó de hacer el examen ahora y he aprobado, así que más tiempo para entrenar y jugar al golf”.

Y es que el golf es su verdadera pasión. “Ahora soy hándicap 36 pero cuando veía era 7 -es como si estuviera un poco emboscado”, dice entre risas. “Lo más difícil para mí ha sido cambiar el mapa de juego. Es decir, pasar de ver cada detalle del hoyo, de los lagos, los árboles o los bunkers y de lo que necesito hacer cuando pego a la bola a necesitar sólo saber las distancias hasta algunos objetivos. Es mejor no saber si hay agua o fuera de límites a la derecha o a la izquierda, así no me presiono tanto”, nos cuenta mientras sigue sonriendo.

Una sonrisa “contagiosa”, como explica su compañero de aventuras y torneos, Marc Oller, ciego como él, aunque Marc aún conserva un 4% de visión. “Los dos estamos en categorías diferentes pero nos apasiona el golf y competimos con idénticos objetivos”.

Ambos estuvieron el año pasado en Roma, en el Campeonato del Mundo para invidentes donde Marc terminó noveno en su categoría (B2) mientras que Alejandro finalizaba segundo en (B1) -ciegos totales-. “Fue un torneo espectacular. Recuerdo todavía el primer golpe que di y como mandé mi bola totalmente a la derecha. Hice un slice tremendo. Sin duda, fue el peor golpe que di en el torneo pero luego las cosas fueron mucho mejor y acabé segundo por detrás del israelita Zohar Sharon, que era el gran favorito a la victoria y que ya había ganado el campeonato del mundo que se disputó en 2016 en Japón”.

Sobre sus objetivos a más corto plazo Alejandro tiene las cosas claras: “Queremos organizar un torneo Pro-Am benéfico en La Dehesa, en Madrid, para recaudar fondos para la Blind Spanish Golf Asociation para que luego podamos viajar a dos torneos que queremos disputar tanto Marc como yo, el Us Open para ciegos y el Open Británico. Este jueves tenemos reunión para ver si lo podemos cerrar, ojalá que haya suerte”.






“Alejandro es súper majo. Jugaba mucho antes de quedarse ciego y se está esforzando una barbaridad” -asegura Pablo Cabanillas Boto, presidente del Comité de Golf Adaptado de la Federación de Golf de Madrid a la que tanto Alejandro como Marc pertenecen-. “Alejandro es un chaval muy preparado físicamente para hacer deporte y así las cosas pueden ser más fáciles. Tanto Marc como él son deportistas y el golf se les da bien y, además, pueden ser ejemplos para otros. Es muy espectacular verles jugar al golf, la verdad”.

“Evidentemente jugar al golf sin ver tiene limitaciones muy importantes pero también es muy divertido. Sergio García, por ejemplo, entrena el putt muchas veces sin mirar, lo que le da mejores sensaciones. Ese es un buen ejercicio. Luego ayuda estar dos o tres horas pateando en el putting-green, veas o no veas, claro”.

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