Estados Unidos y su equipo de la Solheim Cup capitaneado por Julie Inkster sigue en plan apisonadora y da la sensación de que tal como está la cosa los partidos de individuales del domingo pueden se un mero trámite aunque el golf norteamericano y europeo sabe que tanton en la Ryder como en la Solheim puede pasar cualquier cosa y si no que se lo digan a Davis Love III y su equipo de Medinah.
Pero a pesar de esos posibles pero improbables milagros, la verdadera situación es que el equipo americano está dando una enorme lección de juego a un combinado europeo al que no le salen las cosas.
Este sábado, en el tercer capítulo de la competición -de nuevoi en formato Foursomes-, es decir golpes alternos, las europeas brillaron de nuevo para terminar por la tarde con dos partidos ganados y dos perdidos para poner el marcador global en 7,5 a 4,5 para las estadouinidenses que salían por la tarde, de niuevo en Fourballs a por todas.
Po la mañana Kerr y Thompson y Creamer y Ernst ganaron, respectivamente a Shadoff y Masson y a Reid y Pedersen por sendos 5&3 dejando el marcador con una clara ventaja que luego se redujo con las dos victorias europeas protagonizadas por Nordqvist y Hall, que derrotaron a Lewis y Piller, y la de Matthew e Icher que también ganaron por 2&1 a Wie y Kang.
En la jornada de tarde las cosas fueron bien distintas y el equipo europeo sólo logró ganar un punto de los cuatro en disputa en la sesión de Fourballs. Nordqvist y Ewart derrotaron a Salas y Yain por un contundente 4&2 mientras que los tres puntos que cayeron del bando americano fueron para Lang y Lincicome, que ganaron a Carlota Ciganda y Melissa Reid por 2Up, Kerr y Thompson, que derrotaron a Matthew y Hall por 4&2 y el último enfrentamiento en terminar en el que Creamer y Ernst derrotaron a Icher y Sagstrom por 2&1 dejando el marcador en un contundente 10,5 a 5,5 para las estadounidense a falta de los partidos individuales.