Azahara ha vuelto. No es una amenaza, es un aviso para aquellas que luchan por el liderato mundial. Nadie duda de la grandeza de Azahara Muñoz, a quien todavía le queda mucho camino por recorrer; pero ha vuelto a demostrar que, además de tener un talento impresionante, un juego excepcional, carisma, garra, y ser una luchadora nata, es resiliente.
Sí, sí, resiliencia, ese “palabro” que explica la capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso, transformado (Prof. Loesel de Nüremberg-Erlangen). Parece algo fácil, pero no lo es. Cuando recibes un palo a nivel personal o profesional cuesta muchísimo levantarse y volver a estar al mismo nivel que estabas antes. Necesitas muchos apoyos para lograrlo; ella lo ha hecho y en tiempo récord.
El historial profesional de Azahara es intachable, no sólo a nivel amateur sino profesional con victorias en el Ladies European Tour, en el LPGA y en la Solheim Cup. A pesar de llevar temporada y media sin victorias, ha peleado por el título en prácticamente todos los torneos que ha disputado frente a las mejores del mundo, y en ese ranking se mantiene firme entre los 20 primeros puestos in bajarse del carro. Impecable.
Esta vez Azahara ha demostrado una capacidad de superación muy por encima de sus rivales y para ello, hagamos un repaso de sus últimas actuaciones. Terminó el 2014 rozando en varias ocasiones la victoria que no llegó, con ansia de volver a subir al podio, y con esa fuerza arrancó el 2015. En los cuatro torneos disputados, su peor resultado fue 13º, y el mejor 4ª en el HSBA Women’s Championship.
De golpe y porrazo nos llegó la noticia: Azahara tiene un tumor en la mano y necesita cirugía urgente. Está en manos de los mejores médicos y el tumor no es maligno, pero hay que extirparlo y se tomará un tiempo para volver a la competición.
Lo cierto es que se le echó mucho de menos. Aunque sus compañeras en el LPGA, Carlota, Beatriz, Belén y María lo están haciendo muy bien, cada semana una de ellas coqueteando con la victoria, nos faltaba Aza, la jugadora que nos ha malacostumbrado a soñar con la victoria semana a semana, sin fallar una sola de ellas.
Una lesión de este tipo te puede dejar fuera de juego durante una temporada, o más. Cuesta mucho recuperarse no solo desde el punto de vista médico, sino que además estaba localizada en un punto de la mano que le ha obligado a modificar completamente su técnica de juego. Y lo ha hecho en tiempo récord. Se tomó su tiempo de recuperación y volvió a competir cuando los médicos le dieron el ok.
Al mismo tiempo que vemos a Azahara pelear por su recuperación, observamos a Michelle Wie con una bursitis en la cadera que está forzando semana a semana y no levanta cabeza. Probablemente tendrá que tomarse un tiempo si quiere recuperarse y volver a ganar un Grande, pero es una decisión a la que cuesta mucho enfrentarse. Azahara no lo dudó, aunque probablemente el bisturí tuvo mucho que ver.
En el mes de abril volvimos a disfrutar de Azahara en el LPGA, sin embargo ella no lo disfrutó tanto porque sus resultados fueron en descenso. Aun consciente de su convalencencia y de que estaba “probándose”, Aza es una luchadora nata que siempre pelea por ganar. En su regreso, su mejor resultado fue un 30º puesto, un corte fallado, y después del KPMG, donde quedó en el puesto 53º dijo, “¡hasta aquí hemos llegado!”.
Lejos de ser un ultimátum de retirada, se tomó una semana de descanso, se fue a Florida con su novio –con quien contraerá matrimonio el próximo 19 de diciembre-, y dejando la técnica de su juego en un segundo plano, hizo un análisis de su situación. Se dio cuenta de que toda la frustración y la sensación de desafortunada que pesaba sobre sus espaldas no le ayudaban lo más mínimo; que realmente era una afortunada porque había logrado hacer de su pasión, su profesión; había triunfado y podía volver a hacerlo; se había recuperado de una operación de un tumor en tiempo récord y, aún con dolores en cada golpe que pega, era capaz de mantenerse a un nivel muy alto.
Esos días de reflexión en Florida han sido la clave del regreso de Azahara, que llegó a Arkansas y lideró en la primera jornada. Se mantuvo en los primeros puestos y, cuando vio que se alejaba hizo una remontada final espectacular para acabar en una muy meritoria 3ª posición y volver a entrar entre las 20 mejores del mundo (18ª). Y esta semana trabaja para arrasar en el tercer grande del año, el U.S. Women’s Open que se disputa la próxima semana. Lo hará. Porque ha hecho frente a su adversidad, la ha superado y ha salido reforzada.
Bravo Azahara, lo que has logrado es impresionante y una vez más, estamos orgullosos de ti. ¡Vamos Aza!