El Grant Thornton Invitational vuelve a ser protagonista en el calendario golfístico internacional con su tercera edición consecutiva en el Tiburón Golf Club’s Gold Course, en Naples, Florida. Este torneo mixto, que reúne a figuras del PGA TOUR y del LPGA Tour, se ha consolidado como una cita especial en plena temporada navideña, donde la competición se combina con un ambiente festivo y de comunidad. El formato mantiene su atractivo: dieciséis equipos formados por un jugador del PGA y una jugadora del LPGA, con tres rondas que alternan modalidades de juego —scramble el viernes, foursomes el sábado y un four-ball modificado el domingo—, lo que garantiza espectáculo y variedad estratégica.
Entre las parejas más destacadas figuran los defensores del título, Patty Tavatanakit y Jake Knapp, quienes el año pasado firmaron un histórico 27 bajo par para llevarse el triunfo de manera inapelable. Su regreso genera gran expectación, aunque no lo tendrán fácil frente a duplas de enorme calidad. Una de las favoritas es la canadiense Brooke Henderson junto a Corey Conners, que ya rozaron la victoria en las dos primeras ediciones con un segundo y un cuarto puesto, y que llegan con la experiencia y la consistencia necesarias para dar el golpe definitivo. También merece atención la pareja formada por Lydia Ko y Jason Day, campeones inaugurales en 2023 y con un palmarés que incluye victorias en este mismo campo, lo que les convierte en candidatos naturales al título. Otra dupla de lujo es la de Nelly Korda y Denny McCarthy, ambos con gran regularidad aunque sin victorias recientes, lo que podría motivarles a romper la sequía en un escenario ideal.
El torneo no solo destaca por sus favoritos, sino también por la diversidad de perfiles. La joven Rose Zhang se une a Michael Kim en una colaboración que mezcla talento emergente y experiencia consolidada. Lexi Thompson, con seis top 10 en Tiburón, se asocia con Wyndham Clark, reciente protagonista en el Hero World Challenge. La potencia de Jennifer Kupcho junto a Chris Gotterup promete espectáculo desde el tee, mientras que la consistencia de Megan Khang y Keith Mitchell les convierte en una pareja equilibrada y peligrosa. No faltan historias curiosas, como la de Lottie Woad y Luke Clanton, cuya juventud contrasta con la veteranía de otros equipos, o la de Charley Hull y Michael Brennan, que llegan con confianza y resultados recientes.
El campo, un par 72 de diseño exigente, ofrece condiciones ideales para el juego ofensivo: calles amplias, ausencia de primer corte de rough y greenes rápidos que alcanzan hasta 12,5 pies en el Stimpmeter. La climatología, habitual en el sur de Florida en diciembre, apunta a jornadas soleadas con temperaturas cercanas a los 27 grados, aunque con posibilidad de lluvias ligeras. El premio, un millón de dólares para los ganadores de un total de cuatro millones en juego, añade un incentivo adicional a un torneo que, más allá de lo económico, simboliza la unión de dos circuitos de élite y la celebración del golf como deporte compartido. Con figuras como Henderson, Ko, Korda, Day, Conners y los campeones defensores Tavatanakit y Knapp, el espectáculo está garantizado en Naples.
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