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Opinión

Estar jugando por algo más

Estar jugando por algo más

Por Matías Miguel Torge (Argentina)
lunes 01 de septiembre de 2025, 08:42h

Como no han resultados que hayan movido el amperímetro en el golf latino, reconociendo también que tuvimos poca acción golfística (quizás, lo más destacado es el T-27 del guatelmateco José Toledo y el mexicano Roberto Lebrija, en el Mandiri Indonesia Open del Asian Tour), hoy el enfoque será otro: un enfoque que no sorprenderá tanto como parece.

El sudafricano Thriston Lawrence ganó un Omega European Masters suizo que pareció mucho más difícil de lo que terminó siendo (consiguió el score más bajo del torneo, desde la victoria en la edición del 2000 de nuestro querido Eduardo Romero. El argentino, en ese año, consiguió un golpe menos que el campeón de esta jornada). Y es verdad que el mismo sudafricano se metió en problemas, iniciando con 3 bogeys consecutivos. No obstante, allí también se había metido en la pelea un Matt Wallace que daba lo que sea por conseguir ese triunfo y cautivar a un Luke Donald que pareciera tener en la mente a los 6 jugadores que llevaría a Bethpage, de no mediar ninguna sorpresa de último minuto. Pero se quedó en la puerta, con el mismo rival con el que perdió el playoff de la edición 2022. Sumado a esto, en sus declaraciones post última ronda, el inglés estalló en llanto. Y estalló en llanto, quizás sabiendo que se le volvió a escapar una nueva chance de pertenecer al equipo europeo y cumplir un sueño que siempre tuvo en mente.

Perdón por la cita individual, pero me gustaría recordar cuando lo entrevisté en HANDICAP 54, a principios del 2023. «Nunca he ocultado cuánto amo la Ryder Cup y la ambición que es para mí, en mi carrera», decía en aquel entonces y luego de ser convocado a la inicial Team Cup. Por lo tanto, no es casualidad esta reacción que hemos explicado. Y lo más probable, como dijimos anteriormente, es que lamentablemente no quede en el conjunto (de no mediar alguna sorpresa, parecerían que los 6 puestos restantes serían para Rahm, Straka, Lowry, Åberg, Hovland y Fitzpatrick). Sin embargo, dejó crudamente marcado al hecho de seguir dando todo por un objetivo que se aleja de una manera cruel: ser reconocido entre las glorias de Europa, siendo partícipe activo del evento por equipos más importante del golf. En otras palabras, él busca la fama de nuestro deporte con tanta pasión que, a pesar de algunos desbordes en algunas partes de su carrera, siempre se las ingenia para conseguir un resultado que llame la atención. Y ese espíritu, más allá de no quedarse con todo lo deseado, inspira y genera un sentido de pertenencia.

¿Y qué tiene que ver todo esto con nuestro sector del mundo? Bueno, creo que los mejores resultados de nuestra región en torneos importantes se dieron cuando el orgullo de dejar bien parado a este sector del mundo se potenció. ¡Y no estoy diciendo que esto no pasara antes! Todo lo contrario: quiero remarcar lo que nos llevó a alegrarnos en gran parte de los majors de este 2025. Repasemos, por ejemplo, lo que hizo Carlos Ortiz en el U.S. Open o lo que hizo Jhonattan Vegas en el PGA Championship. El punto alto de motivación de nuestros golfistas surgió cuando se encontraban en la posición de ESTAR JUGANDO POR ALGO MÁS que ellos mismos, tanto por el hecho de conseguir mayores cupos para otros majors como por la simple situación de darle una alegría gigante al país de cada uno: valor que nos caracteriza a los latinos. En consecuencia, parece que Matt Wallace, aparte de exponer al mundo lo que signfica la Ryder Cup, nos hizo recordar a los nuestros la clave para seguir avanzando en lo que queda del año y en el 2026. Ah: y no nos olvidemos de que tendremos más torneos que tendrán un valor agregado, considerando allí varios Abiertos Nacionales (entre ellos, nuestro querido Open de España y sus cupos para el The Open y el The Masters). Chances sobrarán para subir de nivel.

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