Gareth Bale, que se retiró del fútbol profesional en enero de 2023, ha evidenciado que su conexión con el deporte trasciende su exitosa trayectoria como futbolista. Este galés, que dejó una huella imborrable en el Real Madrid y el Tottenham, ha descubierto en el golf una intensa pasión y, además, ha comenzado a adentrarse en una nueva faceta: la de empresario deportivo.
Durante su tiempo en el Real Madrid, Bale ya demostraba una gran pasión por el golf, manteniendo un hándicap que oscilaba entre 4 y 5. Sin embargo, después de retirarse, ha aumentado su dedicación a este deporte, jugando un par de veces a la semana y entrenando otros dos días. Esto le ha permitido alcanzar un impresionante hándicap de 0,1. A pesar de su notable avance, Bale ha decidido no perseguir una carrera profesional en el golf. En una reciente entrevista a la BBC, afirmaba con firmeza: “Estoy 100% seguro de que no tengo el nivel para competir profesionalmente”. Aunque ha tomado parte en torneos como el Pebble Beach Pro-Am y ha realizado jugadas que han impresionado incluso a profesionales como Jon Rahm, Bale es consciente de que las exigencias mentales, físicas y técnicas del ámbito profesional están más allá de sus posibilidades. Para él, el golf representa un refugio personal y una manera de disfrutar sin la presión del alto rendimiento.
Sin embargo, fútbol no ha quedado atrás para Bale tras su retiro. De hecho, está decidido a participar en el deporte desde una nueva perspectiva. Con una oferta de 46 millones de libras, busca adquirir el Cardiff City, un club emblemático de su ciudad natal. Su propuesta, respaldada por un grupo inversor estadounidense, tiene como objetivo revivir la ilusión en un equipo que no ha competido en la Premier League desde la temporada 2018/19. La conexión emocional de Bale con el Cardiff es profunda; su tío, Chris Pike, jugó allí y él creció siendo aficionado del equipo. Ha expresado que ser parte del club sería “un sueño hecho realidad” y que su principal meta es devolverlo al más alto nivel del fútbol inglés.
Cardiff no representa la única alternativa para él. Se ha mencionado también su interés en una posible adquisición del Plymouth Argyle, otro equipo de la League One. En este proyecto, lideraría una inversión conjunta con capital privado estadounidense, lo que se alinea con la creciente tendencia de exdeportistas que toman roles como propietarios en clubes profesionales.
Entre el despacho y el green, la genuina y diversa pasión de Bale por el deporte sigue siendo evidente. Con una actitud humilde, ha sabido aceptar sus limitaciones en el golf, mientras que su ambición y visión empresarial lo impulsan a dejar una marca en el fútbol desde una perspectiva diferente. Para los aficionados al deporte, resulta fascinante observar cómo Bale redefine su legado fuera del campo, conservando la misma determinación que lo llevó a convertirse en una estrella mundial.
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