Scottie Scheffler, número uno del mundo, tuvo una jornada complicada tras la primera ronda del US Open en Oakmont. Terminó con una tarjeta de 73 golpes (+3), lo que lo dejó en la posición 49º, a siete golpes del líder J.J. Spaun.
Scheffler comenzó con buenas sensaciones, logrando birdies en los hoyos 2, 7 y 11, pero su ronda estuvo marcada por errores en momentos clave. Cometió seis bogeys en los hoyos 3, 4, 6, 9, 13 y 15, lo que lo alejó de los primeros puestos. Su juego desde el tee fue sólido, pero tuvo dificultades con la precisión en los golpes de aproximación y en los greens extremadamente rápidos de Oakmont.
Uno de los mayores desafíos para Scheffler fue la gestión del campo. Oakmont es conocido por su dificultad extrema, con roughs gruesos y greens que castigan cualquier error. A pesar de su habilidad en el juego corto, Scheffler no logró capitalizar suficientes oportunidades de birdie para compensar sus errores. Oakmont Country Club es famoso por ser uno de los campos más exigentes del golf profesional. Sus greens son considerados los más rápidos en los majors, y el rough es especialmente denso este año, lo que ha dificultado la recuperación de los jugadores tras golpes erráticos. Además, el par-3 más largo en la historia de los majors ha sido un obstáculo importante para muchos competidores.
El campo ha sido un reto incluso para los mejores jugadores, con solo diez golfistas logrando tarjetas bajo par en la primera jornada. La combinación de condiciones extremas y la presión del torneo ha hecho que incluso los favoritos, como Scheffler, tengan dificultades para mantenerse en la pelea.
Tras los primeros 18 hoyos, Scheffler se encuentra en la posición 49, a siete golpes del líder J.J. Spaun. Aunque no está fuera de la contienda, necesitará una segunda jornada excepcional para recuperar terreno y mantenerse en la lucha por el título. Su capacidad para adaptarse a las condiciones del campo y minimizar errores será clave en las próximas rondas.
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