Jon Rahm volverá a ser el único cartucho del golf español en el Masters de Augusta, y será el único superviviente de la armada para encarar el fin de semana a 10 golpes del inglés Justin Rose. Nunca antes se han recuperado tantos golpes, lo máximo ha sido ocho, pero Rahm no pierde la esperanza y siente que esta cerca de que se produzca un gran resultado. El ganador del torneo en 2023 protagonizó una extraña ronda con un solo birdie, fue además en el hoyo 7 y desde el bunker. Su ronda final de -1, le dejan con una acumulado de +2, junto en el limite de pasar el corte del torneo, tuvo el de Barrika un putt de dos metros en el 18 para evitar una debacle historia, un Masters sin españoles en fin de semana no sucedía desde hace más de 40 años.
Son 26 jugadores los que han hecho bajo el par en una jornada mas complicada con vientos racheados, Bryson DeChambeau (-7) es el principal perseguidor del líder y el nombre del día, Rory McIlroy y sus 66 golpes, el registro más bajo del viernes. Rory ha resucitado desde los dramáticos cuatro hoyos finales del jueves, donde acumuló un +4, salió el norirlandés por la puerta de atrás de Augusta National sin atender a los medios, pero el viernes volvió a dar una nueva lección para meterse con todas las opciones de completar su grand slam. Rory se ubica a dos golpes de la cabeza.
La mayor decepción vino del lado de Sergio García. “Un día duro en el que me ha costado pegar golpes con confianza”. Concluyó el ganador del Masters 2017 con 76 golpes (+4) y se quedó a dos golpes del corte que incluirá en el fin de semana a los 50 mejores y empatados. Ni siquiera encontró consuelo Sergio en el exjugador del Real Madrid Rudy Fernández, venido desde España para vivir la experiencia de ver en directo su primer torneo de golf.
Rudy, que reconocía estar muy enganchado al golf, alucinó con su primera experiencia. “Pau Gasol me animó a que viniera”, admitía entusiasmado con la visita. José María Olazábal lo peleó hasta el hoyo 15, donde una bola en el agua ‘hundió’ sus opciones, terminando finalmente con +7.
Hasta +10 se fue Josele Ballester, en un día difícil en la resaca del incidente de ayer en el hoyo 13, donde el español protagonizó la anécdota del día al orinar en el mítico arroyo de Rae’s Creek. La onda expansiva de la acción se amplificó en todos los medios en Estados Unidos y la tarde de ayer fue complicada en el cuartel general de los Ballester, la bola se hizo demasiado grande y Josele reconoce que el número uno del mundo le ayudó a tranquilizarse antes del inicio de la jornada.
“La verdad es que ha estado de diez. He llegado al campo un poco nervioso esta mañana, no sabía cómo me iban a recibir después de lo que pasó ayer, para mí en el momento fue una anécdota y se convirtió en lo que se convirtió, ya pedí perdón al club y está todo bien, me dijo que no me preocupara. Cuando un jugador de verdad te estás meando es complicado pegarle a la bola y nos hemos echado unas risas, me ha cogido por el hombro y me ha hecho sentirme mejor”.
Josele tuvo que escribir una carta de disculpas a Augusta National, que aceptaron las explicaciones del español y el asunto se terminó zanjando. En lo estrictamente deportivo, más de lo mismo: un juego muy sólido de tee a green, pero muy perdido y nervioso en los complicados greens de Augusta. “Tengo calidad de juego para estar aquí muchos años… pero alrededor de green he estado francamente mal”, concluía.