El anuncio de la posible vuelta de la Ryder Cup a España 27 años después, tendrá que esperar, al menos algunas semanas. El cambio de gobierno de la Generalitat vuelve a retrasar la posible proclamación y añade un poco más de burocracia al ya farragoso proceso que se prolonga cerca de cuatro años. Este parón no tiene porque significar que la designación del antiguo PGA de Cataluña, hoy Camiral Golf para acoger la Ryder Cup de 2031 esté en riesgo, simplemente la Generalitat de Cataluña a través de su recién creada Consejería de Deportes, necesita más tiempo para analizar todos los contratos y presupuestos. El dinero, al parecer, esta consignado, algo que ya hizo el anterior equipo de gobierno. Este pequeño 'paso atrás' o vuelta a empezar con algunos trámites que ya estaán aprobados, está desesperando a algunas de las partes más ineteresadas en el proceso, como las propias Federaciones Española y Catalana de golf o a los responsable del resort propiedad del millonario Irlandés Denis O'Brien que lleva soñando con una Ryder Cup en sus dominios desde hace años.
Desde la RFEG aseguran que el proyecto no corre peligro y que el apoyo y visión del nuevo gobierno catalán es incluso más firme que el que obtuvieron con el anterior, pero al parecer la firma y el anuncio no es tan inminente como se espera en un principio. A estas alturas todas las partes esperaban estar brindando con champagne la oficialidad de la noticia, pero de nuevo la política da un poco de suspense al anuncio."La Ryder está sobre la mesa, es una opción, viable, pero hay que acabar de trabajar muchas cosas entre todas las partes implicadas, Nosotros, al llegar a la Conselleria, nos hemos encontrado con las opciones de que la Ryder Cup de 2031 se celebre en Catalunña y ahora estamos recabando toda la información al Consejo Superior de Deportes, la Federació Catalana de Golf y a la gente de Girona, que es la ubicación propuesta. Con la puesta en marcha de la Conselleria d’Esports queremos que pasen muchas cosas alrededor del deporte pero no todo ha de ser endogámico, que pase por poca gente o por una valoración económica sino que haya una repercusión social y también a nivel de sostenibilidad; y por estos dos aspectos se ha de trabajar para apostar por grandes acontecimientos deportivos", expresaba hace algunos días con cierta cautela Berni Álvarez, consejero de deportes de la Generalitat. Todas las partes, (Circuito Europeo, gobierno de España a través de CSD, federaciones, ayuntamiento y el propio campo) están a la espera de que llegue el visto bueno del gobierno catalan para anunciar el evento que se disputaría en Girona.
Sin embargo la paciencia tiene un límite, más aún en un anuncio que tendría que haberse producido hace ya un año. Desde el Circuito Europeo han mostrado total comprensión ante los numerosos cambios y virajes que ha dado el proyecto, pero piden ya una decisión firme antes de que termine el año 2024. En el banquillo, otras alternativas esperan una carambola que pueda darles la oprotundiad a coger el enfrentamiento entre Estados Unidos y Europa. Dentro de nuestro país, Madrid, Valencia e incluso Vizcaya mosotraron interés, y fuera de nuestras fronteras, concretamente en Reino Unido, un par de campos muy conocidos han hecho un acercamiento al los rectores Europeos para materializarse como opción real en el caso de que en Barcelona proliferen los titubeos. Se vienen semanas clave para el futuro del golf en España.