No arrancó muy bien este Masters de Augusta para Jon Rahm tras un día complicado en la jornada del jueves donde al de Barrika, defensor del título, no le salió casi nada. Pero lo malo es que hoy tampoco le han salido al ex número uno del mundo muchos de los intentos para mejorar puestos en la clasificación y firmar biridies que le den la tranquilidad necesaria en el torneo ni las posibilidades de subir posiciones en la tabla.
Hoy las cosas no empezaron bien para un Jon que sabía de la importancia de la jornada de hoy para tener opciones el fin de semana. Y es que el arranque de Jon este viernes empezó con siete pares y dos birides al 3 y al 6 para pasar por el ecuador de su jornada con dos sobre par y un total de +3 en su marcador que le ponía en riesgo de no pasar el corte y quedarse fuera del fin de semana tras haber ganado el Masters el año pasado.
Tras el diez, en el que Jon firmaba el par, en el 11 sellaba otro bogey más que le colocaban con +4 y ahora si, con siete hoyos por jugarse al borde del precipicio del corte, que a esas alturas de la segunda jornada estaba en +4.
Afortunadamente para Jon el corte subió hasta -6 y con García fuera y Chema dentro, el de Barrika encaraba los últimos hoyos sabiendo que su límite estaba en eseos +6 en donde Rahm tenía cierto colchón. En el 12 y el 13 firmaba el par, en el 14 un doble bogey muy doloroso que le dejaba con +6 para recuperar después en el 15 y 16 con dos birdies consecutivos y terminar el 17 con otro bogey más que le obligaban ha hacer el par en el 18 lo que logró para terminar con ese +5 decepcionante, pero dentro del Masters.