El concurso de pares 3 del Masters de Augusta es uno de los momentos más especiales cada año desde 1960 en el primer major de la temporada. esta edición, la de 2024 se juega hoy miercoles a partir del mediodia.
De todas las tradiciones del Masters, ninguna es más entrañable que el concurso anual de pares 3. Este evento que se celebra el miércoles de la semana del Torneo y ahora se televisa en todo el mundo, es ante todo un asunto familiar. Esposas y novias, hijos y nietos, sobrinas y sobrinos, todos sirven felizmente como caddies. La vista de los niños pequeños, vestidos con monos en miniatura del Augusta National, cargando una bolsa liviana o sosteniendo un asta de bandera de más del doble de su altura, provoca sonrisas en los espectadores cercanos y lejanos.
En parte competición, en parte alivio del estrés en vísperas del crisol que se disputa en el Masters, el Concurso Par 3 se remonta a más de seis décadas. El torneo inaugural se celebró en 1960 y la ganó Sam Snead (quien volvería a ganar en 1974, un mes antes de cumplir 62 años). El variado campo está formado por participantes del torneo y campeones anteriores que no compiten. Juntos recorren un recorrido corto de nueve hoyos ubicado en la esquina noreste de los terrenos del Augusta National. Los hoyos van desde las 90 a las 155 yardas. en la historia del torneo se han realizado 107 hoyos en uno a lo largo de los años, incluido un récord de nueve en 2016.
El concursante que tenga el puntaje más favorable contra el par después de nueve hoyos es declarado ganador. Ningún ganador del concurso de pares 3 ha triunfado en el Masters el mismo año. Sin embargo, no todos los concursantes del torneo entregan la tarjeta, por si acaso. Muchos prefieren disfrutar de un tranquilo paseo por los nueve hoyos y, de vez en cuando, hacer que sus caddies intenten un chip, un golpe o un putt.
La idea original del concurso Par 3 surgió del presidente Augusta, Clifford Roberts. Lo concibió como una atracción potencialmente distintiva previa al Torneo, pero no todos compartían su visión. Roberts tuvo que superar la resistencia dentro de las filas de los miembros del Club, algunos de los cuales se burlaban de la iniciativa, aunque finalmente el torneo ha triunfado como un espectáculo televisivo único.
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