Media España estaba de vacaciones en aquel caluroso mes de agosto de 1999. De pronto el golf se apoderó de los minutos de los telediarios, la imagen de casi un niño, con cara pecosa pegando un golpe junto al tronco de un árbol y saltando por las calles de Medinah Country Club (Chicago) captó la atención de muchos de los espectadores.
Su nombre era Sergio García y podríamos decir que fue nuestro primer golfista mediático, teniendo en cuenta que Seve y Olazábal triunfaron en épocas de escaso recorrido informativo. Sergio terminó segundo en el PGA Championship desafiando al mismísimo Tiger Woods, trajo el golf a las portadas de los periodiscos y generó amores y odios, con victorias, alguna decepción y sobre todo, ese Masters de Augusta de 2017 con un García mucho más reposado.
Resulta que el compañero de viaje en aquella primera incursión a la fama de un golfista, vivía olvidado en la trastienda del Club de Golf Mediterráneo, es el putter Scotty Cameron que tanta gloria dio a García en sus inicios y que el golfista de Borriol recuperó recientemente. La semana pasada en el LIV Golf de Miami dio sus frutos y aunque Sergio cayera finalmente en el desempate, sus números en los greenes de Doral, son esperanzadores. Hablamos con García para ver como llega a este Masters de Augusta.
Si (
No(
