Algo se mueve y mucho en las últimas horas en el convulso panorama del golf. El domingo pasado, una llamada desde Dubai me indicaba la posibilidad de que solo unas horas más tarde Jon Rahm podría ser anunciado como nuevo jugador del LIV Golf.
La fuente, más que respetable y como para tomar muy en serio, me provocó una convulsa tarde dominical pegado al teléfono con mensajes, llamadas que terminaron en el desierto; ni siquiera encontré una pista lo suficientemente contundente como para dar por bueno el rumor. Solo indicios, como tantas otras veces en torno a esta guerra del golf.
No es la primera vez que meten a 'Rahmbo' en la liga saudí, pero hay algunas grandes diferencias con la primera ocasión en el que el rumor se extendió en el año 2022 y que el entorno de Rahm pasó a tirar por tierra categoricamente. Desde aquel desmentido, hay un supuesto acuerdo de por medio entre el PGA Tour y PIF, y a estas horas y con los medios americanos poniendo gasolina en la chispa inicial, el entorno del jugador español no se ha pronunciado al respecto.
Como vemos en 2022, 'Rahmbo' salió personalmente a clarificar la situación en redes sociales, también lo hicieron su manager o su hermano Eritz. Hoy, el silencio, da un poco más de crédito a las teorias que le sitúan en el lado de los saudies, si bien este mutismo también podría responder a una forma de presión o negociación, ahora que sabemos que el PGA Tour plantea hacer partícipes del negocio a sus propios jugadores.
Algunos medios ya hablan de una oferta de 600 millones de dólares, de negociaciones avanzadas o incluso de la figura de Phil Mickelson como baluarte del fichaje, algo que el propio zurdo se ha encargado de desmentir en un rifirafe cibernético con el prestigioso periodista Alan Shipnuck.
¿Competiría solo en 14 torneos y los majors?, quizás sea esta la parte más positiva para el español ¿Renunciaría a citas como The Players o el Open de España? En un formato que 'no le gusta' ni le atrae, ¿el jugador más competitivo de la tierra jugará en el circuito que menos competencia ofrece? Si bien, algunos medios que dan la noticia por buena, afirman que las negociaciones están casi cerradas. El tiempo nos dará la medida de todo y no habrá que esperar mucho para encontrar respuestas.
Jon Rahm is in late stage talks to join LIV Golf and it’s believed the hold up is not financial, but is due to him wishing to modify the format of the league.
Any changes would need the approval of all team captains as well as the league themselves. This is making negotiations…
— Flushing It (@flushingitgolf) November 22, 2023
Hoy, en pleno puente nacional y con Jon en España o casi legando para pasar las Navidades con su familia, todos los medios internacionales hablan ya de la posibilidad más que real de que Jon se va al LIV. El acuerdo de Monahan con el PIF podría haber sido el detonante de que algunos jugadores como Rahm no estuvieran muy de acuerdo y que ahora agarren la sarten por el mango. En España, tres cuartos de lo mismo y los medios nacionales. incluso los generalistas se preguntan los datos de ese posible acuerdo, cuando se llevará a cabo y que significará para el golf mundial.
Sin duda alguna, si Jon se va al LIV el golpe en la linea de flotación del PGA Tour y de rebote en el DP World Tour será muy duro y veremos si recuperable. Todo está en el alero ahora mismo. Poco se sabe de ese posible acuerdo. Todo el mundo habla de los 600 millones de euros para el vizcaíno, de que podrá jugar durante cinco años lo cuatro Majors y poco más.
No sabríamos aún si se crearía un nuevo equipo para él con Rahm como capitán en el LIV, no sabemos si jugará en el equipo de los Fireballs con Sergio García o con su amigo y mentor Phil Mickelson, el máximo exponente del LIV Golf. Tampoco sabemos si podá jugar otros torneos en el PGA Tour y en el DP World Tour si se va, como el Open de España que ha ganado tres veces, o si podrá seguir compitendo en el equpo europeo de la Ryder Cup en el futuro.
Todo dependerá de acuerdo que antes del 31 de diciembre firmen el PIF, el PGA Tour y el DP World Toour, pero habrá que esperar y, sobre todo, estar muy atentos a lo que sucede incluso en las próximas horas.