Era lo previsto y no nos importa en absoluto. El gran capitán, José María Olazábal, ha fallado el corte de esta 87ª edición del Masters de Augusta después de firmar dos vueltas de 77 golpes y cinco sobre par en ambas, pero lo importante de Olazábal es que año a año pueda seguir viniendo al Master y aunque sea jugar las dos vueltas de jueves y viernes.
Olazábal, doble ganador de la Chaqueta Verde -1994 y 1999- ha sido y sigue siendo un ejemplo de trabajo, honestidad y sacrificio. Pasó por una tremenda enfermedad que casi le impedía ponerse de pié y aunque sus secuelas siguen en su cuerpo, el guipuzcoano sigue dejando retazos de su clase y calidad.
Lo ha dado todo una vez más y no hay nada más que exigirle.
"No estoy jugando bien, esa es la verdad y además tampoco estoy pateando bien, sobre todos los putts de derecha a izquierda, se me van por abajo, pero esto es lo que hay y no hay que darle más vueltas", decía.
Sobre el coliderato de Jon Rahm Olazábal no dudó el elogiar al de Barrika. "Está jugando muy bien y tras esta primera vuelta hay que esperar lo mejor de él. Es verdad que va a tener un día malo y quedan tres. Ojalá que nos sea así, pero tiene que saber gestionar estos tres días y, sobre todo, esos momentos difíciles que pueda tener. Jon le está pegando muy bien a los hierros y está pateando muy bien. Lo del primer día en el 1 es una anécdota. No creo que vuelva a patear cuatro veces en un hoyo", dijo.
"Este año se cumplen 40 años de la victoria de Severiano Ballesteros en 1983 y estas cosas pasan. Ojalá que en esta ocasión el guión perfecto se cumpla".
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