Si hay un nombre que esté en boca de todos en esta 121º edición del US Open ese es el de Phil Mickelson, que llega “al patio de atrás de su casa” como uno de los candidatos a la victoria.
Un estatus ganado a pulso en la última edición del PGA Championship que ganó contra todo pronóstico y que le da la fuerza suficiente para intentar hacer un doblete que, desde luego, sería histórico para el golf mundial.
Phil Mickelson aceptó una exención de la Asociación de Golf de Estados Unidos pensando que esta podría ser su última oportunidad de ganar el U.S. Open, aunque ahora tendrá cinco oportunidades más tras haber ganado el mes pasado el PGA Championship del mes pasado que lo convirtió en el jugador de mayor edad en ganar un Major en 161 años de historia.
“Es una oportunidad única jugar aquí este torneo. Nunca he ganado el U.S. Open”, indicó el lunes. “Es en mi casa. Tengo la oportunidad de prepararme bien y quería hacer bien el trabajo, por eso me he centrado en entrenar bien el campo y llegar el jueves en el mejor estado de forma posible.
Mickelson suma en este torneo seis subcampeonatos, él último en 2013, y su sueño sería, sin duda terminar con una victoria y cerrar su Grand Slam particular.