En 2013 el Tribunal Supremo de Madrid declaraba “No Legal” el campo de golf del Canal de Chamberí y el 5 de febrero de 2018 se acordaba la demolición de las instalaciones y la construcción de las nuevas instalaciones que se iban a desarrollar durante 18 meses -hasta noviembre de 2019-.
Esta demolición ni siquiera ha llegado al 50% de lo previsto pasados ya 13 meses del plan inicialmente programado. Todavía siguen en las instalaciones, entre otras cosas, el césped roto a jirones de la cancha de prácticas, el recorrido degradado de juego corto, decenas de palmeras sintéticas y un chalet de lo que aún queda de material de golf.
Sólo se han quitado las redes de protección del campo de prácticas y los puestos de juego. Ni siquiera se han retirado aún miles de bolas de golf que siguen esparcidas por lo que era una de las canchas de prácticas más utilizadas por los aficionados al golf en la Comunidad de Madrid.
En el proyecto inicial de remodelación que debía de empezar tras la demolición y acabarse dentro de cuatro meses –en noviembre de 2019- se refleja una zona verde de 55.000 metros cuadrados, la plantación de 100 arbustos y 800 árboles, una zona recreativa con chorros de agua, una plaza de 21.000 metros cuadrados para conciertos y espectáculos además de diversas pistas de voleibol, hockey, patinaje, baloncesto, balonmano y una zona de aparatos gimnásticos, según el proyecto inicial.
Todo con un importe variable de entre 8 y 10 millones de euros que parece que no tiene fecha de ejecución real ya que expertos en este tipo de construcciones calculan que el tiempo estimado para la demolición de todo lo anterior y las construcción de lo inicialmente proyectado podría llevar cerca de tres años en llevarse a cabo.
De momento, si usted se pasa por el Canal de Chamberí esto es lo que verá: mucha dejadez, abandono y una imagen deprorable para una instalación deportiva en el centro de Madrid.
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