Mira que es amargo el golf de competición en algunas ocasiones y sino que le pregunten a Bill Haas, que después de liderar con cierta solvencia los tres últimos días del Valspar Championship, vio cómo Charl Schwartzel se le echaba encima en la jornada final y le empataba con una última tarjeta muy buena del sudafricano y bastante mala del americano.
Salieron a jugar con cinco golpes de diferencia entre ellos y, lógicamente en partidos distintos, y mientras Bill sólo fue capaz de hacer una más del par, Charl hizo cuatro abajo y consiguió ponerse en siete menos, como su contrincante. En el desempate y en el primer hoyo de “play off” se acabó todo y el africano se llevó el torneo.
Los dos son jugadores establecidos en el ranking mundial, Haas ganó una Fedex Cup y Schwartzel una chaqueta verde, y ambos sabrán encajar derrota y victoria respectivamente, pero no podemos negar que para uno habrá sido muy desesperante y para el otro un poco sorprendente.
Sorprendente ha sido también la actuación de Lee McCoy, un chaval con cuerpo de chaval, cara de chaval y golf de mucha altura que siendo amateur acabó cuarto en solitario a tres golpes de los líderes y a uno de Ryan Moore, el que fue tercero.
Que un amateur haga sesenta y nueve el último día habla del empaque que tiene este jugador, y de cómo es capaz de manejar la presión. Supongo que ahora le invitarán a jugar torneos importantes, puede que incluso el Masters, y espero que la presión no mine su potencial ni le haga caer en la desesperación si no consigue lo que algunos bienintencionados dirán que debe conseguir.
Lo ideal sería dejarle en paz, que continuara con la lógica progresión de juego y de competiciones de aficionados a las que tenga derecho a asistir, pero seguro que los intereses comerciales y la expectación que despierte van a hacer fuerza para que McCoy juegue con los profesionales y, en definitiva, tenga que batirse en el charco de los peces grandes siendo todavía un alevín.
Deseo equivocarme y, con la misma intensidad, deseo que le vaya muy bien a este chaval, y que en su momento le veamos en los torneos profesionales ganando y mostrando el magnífico juego que tiene.