El golf femenino está de enhorabuena. Regresa el circuito profesional femenino, denominado ahora Santander Tour. Un circuito que constará de siete torneos que se disputarán por toda España, en los que se enfrentarán jugadoras nacionales e internacionales. Una especie de Alps Tour de chicas, que es un espaldarazo al golf femenino español.
Porque cuando el Banesto Tour estuvo en marcha, fue cuando más jugadoras españolas salieron a la luz, cuando arrasaban en el Ladies European Tour, cuando el golf femenino español era un referente a nivel internacional. No como ahora. Sin quitarle méritos a las dos jugadoras que tenemos entre las cincuenta mejores del mundo, Azahara Muñoz y Carlota Ciganda, esta semana se disputa la Copa del Mundo de Golf en China, y España no está representada. España, que defiende el título de Campeonas en la International Crown y sin embargo tampoco tuvo representación en The Queens, torneo por países. Qué raro, ¿no?
Estos son datos que escuecen mucho, sobre todo sabiendo que tenemos una cantera de golfistas como para dar que hablar pero que, o juegan cada semana en el difícilmente alcanzable LPGA, o que por mucho que hayan sacado su tarjeta para jugar el Ladies European Tour, no empiezan a competir hasta mayo, como es el caso de Carmen Alonso. Más suerte han tenido Marta Sanz, Mireia Prat, Belén Mozo, o María Hernández que entraron en los primeros torneos co-sancionados con el circuito asiático. Pero hay jugadoras que, para cuando quieran empezar, ya es tarde para corregir posibles errores. Y hasta que no compites, no sabes que existen.
Si el Santander Tour es una buena noticia para los que seguimos el golf, aún mayor lo es para las profesionales, porque esto puede ser el espaldarazo definitivo a sus carreras y su proyección internacional.
Y aunque le restará protagonismo, si se dice que detrás de un gran hombre –de éxito, suele ser…- hay una gran mujer, en este caso se podría decir que detrás de estas mujeres golfistas hay un gran hombre, Carlos García Hirschfield, que creyó en ellas y se empeñó en luchar por su futuro.
No ha sido una carrera fácil, lo lanzó con mucha ilusión en el año 2009, con un fantástico equipo humano que lo hizo aún más grande, y durante cuatro años puede presumir de haber entregado trofeos a algunas de las mejores golfistas del mundo. La maldita crisis se lo llevó por delante pero él, como si se tratase del programa que le hizo famoso, “Noche de impacto”, supo levantarse de cada varapalo que se ha llevado en su firme propuesta de seguir adelante con el proyecto y por fin mañana verá la luz una nueva edición del Circuito Femenino. ¿La quinta? ¿La primera? No sabría cómo llamarla, para mi es la quinta, porque el equipo es el mismo, incluido el patrocinador, pero sí se puede decir que empieza una nueva etapa en el Santander Tour.
En el año en el que el golf vuelve a ser olímpico. En el que el golf europeo sirve como referencia al americano para unir fuerzas entre el PGA Tour y el LPGA para promocionar torneos masculinos y femeninos en la misma ciudad, como el ET y LET en Marruecos. En el que regresa el Santander Tour, el golf femenino español va a por todas.