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Victoria de Vettel, Alonso quinto

Victoria de Vettel, Alonso quinto

Por Gaceta del Motor

El piloto alemán Sebastian Vettel ha recuperado las sensaciones del pasado consiguiendo la victoria en el Gran Premio de Hungría, décima prueba del calendario que cierra la primera mitad del curso 2015, en un podio completado por los dos Red Bull, el ruso Daniil Kvyat y el australiano Daniel Ricciardo, mientras que el español Fernando Alonso terminó en quinta posición en una carrera en la que los Mercedes acumularon una cadena de errores.

Antes, se rindió un emotivo homenaje a Jules Bianchi con un minuto de silencio. El piloto francés fallecido la pasada semana tras nueve meses en coma por un accidente durante el Gran Premio de Japón en octubre de 2014. El circuito de Hungaroring apareció repleto de mensajes en las gradas en memoria del expiloto de la escudería Marussia, así como muestras de cariño de todos los pilotos de la parrilla luciendo pegatinas en los cascos y monoplazas durante todo el fin de semana de competición. Y que se completo con un emotivo acto celebrado en el paddock donde acudieron sus padres, Philippe y Christine, además de su hermano Tom, que presenciaron en directo acompañados del director de Marussia, John Booth, el emotivo homenaje que el mundo de la Fórmula 1 brindó a su hijo junto a los 18 pilotos de la parrilla, que unieron sus cascos con el del francés, formaron un círculo durante el minuto de silencio junto a los tres familiares del deportista nizardo. También y como muestra de respeto por el fallecimiento, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) anunció retira el dorsal 17 de la parrilla.

El germano, que cosechó su segundo triunfo de la temporada tras alzarse con el triunfo en el Gran Premio de Malasia durante la segunda fecha de la temporada, respondió a la hegemonía de las “flechas plateadas” en Hungaroring con un manotazo a la clasificación general. Recuperó las sensaciones que lo auparon a convertirse en uno de los mejores pilotos del panorama de la Fórmula 1 y sacó los colores a Lewis Hamilton desde la salida.

No era optimista Sebastian antes de la carrera en un fin de semana que fue de menos a más. El germano, a contracorriente de Lewis Hamilton y Nico Rosberg durante toda la temporada, miraba a la parrilla más hacia atrás, a equipos como Red Bull o Williams, que a Mercedes, que monopolizó la primera línea en la clasificación. Sin embargo, aprovechó una pésima salida del líder del Mundial, desbancó a Rosberg y se aupó hasta la primera posición. En una vuelta ganó dos posiciones y, por consiguiente, la carrera. Y se bastó de un incontestable arranque, con vuelta rápida tras vuelta rápida durante las diez primeras.

Cogió la ventaja de tiempo suficiente como para abrir una brecha con los Mercedes y disfrutar de una plácida carrera en la que le bastó con no desfallecer en el ritmo y en cuidar con mimo los detalles. Encabezó la cabeza de carrera desde la primera hasta la última vuelta y salió beneficiado del incidente entre Ricciardo y Nico Rosberg en las últimas vueltas.

Por otro lado, el Hamilton, absoluto dominador con cinco victorias de diez posibles es uno de los personajes más excéntricos de la parrilla. En su piel, surcada por la tinta, luce diferentes tatuajes con referencias religiosas, imágenes familiares o frases musicales como simbología de su vida. El más reciente que se grabó en el torso, un león africano que ruge sobre su pecho. En Hungaroring, Lewis fue más fiero que nunca, pero lo pago caro. Se quedó en la salida y sacó una entrada VIP para ver cómo Vettel le superaba con suma facilidad por la izquierda, tragó el humo que emanaba del monoplaza de Nico Rosberg y fue tumbado por un Kimi Raikkonen que avanzó tres posiciones. Encolerizado, se encomendó a su voracidad. Probó el aplomo de su compañero de equipo en una curva y, en su intento por ganar la tercera posición, cayó hasta la décima tras una excursión que no acabó con su coche en el muro de milagro. Esta vez su rugido de advertencia no intimidó a nadie.

Empujó, después de señalar a Rosberg como culpable de su error, hasta el límite para recuperar el terreno perdido. El de Stevenage, una vez se deshizo del molesto tráfico, acumuló vuelta rápida tras vuelta rápida para escalar posiciones y arrebató al australiano Daniel Ricciardo la cuarta plaza alcanzado el segundo tercio de la carrera. Con una parada y un juego de neumáticos blandos, el británico reaparecía en escena.

Más tarde y en el ecuador de carrera, la ventaja de Rosberg con respecto a Hamilton se reducía curva a curva, vuelta a vuelta. Mientras ambos estaban inmersos en la pelea, Nico Hulkenberg hizo un recto y se empotró contra las protecciones. Y la organización ordenó la salida del “safety car” para retirar las partículas del alerón sobre la pista.

La paciencia es una virtud y con todos agrupados en el asfalto, Nico Rosberg fue el principal beneficiado del relanzamiento de la carrera. Ganó la segunda posición a un Raikkonen, que abandonó en la vuelta 57, con problemas en la unidad de potencia. Peor destino deparó a un Hamilton que, primero, chocó con Ricciardo, pasó por el “pit lane” para reparar los problemas en el alerón delantero y fue sancionado, por último, con un “drive through” que le obligó a meter una marcha más.

La carrera continuó con un guion que perjudicó notablemente a Nico Rosberg. Las penalizaciones y los fallos de Hamilton apuntaban al alemán como el “ganador” virtual. Pero no fue así. Ricciardo atacó, literalmente, al de Mercedes y pinchó su rueda. El oceánico hizo el favor del siglo a Hamilton, que firmó cuatro puntos más que su compañero de equipo para seguir líder en la general.

La loca carrera dejó a Fernando Alonso, que salió desde la decimoquinta posición, en el quinto puesto y por delante de Lewis Hamilton. El asturiano terminaba la clasificación, tras empujar su monoplaza hasta boxes para intentar salir después de que le dejara tirado durante la Q2, con la sensación que todo el esfuerzo que realiza por seguir vivo es en balde. Hungaroring fue una tregua.

Ganó tres posiciones en la salida, escaló hasta la duodécima posición y protagonizó junto a su compatriota Carlos Sainz, que no pudo acabar la carrera por un problema mecánico, un bonito duelo. Y se repuso a un pinchazo y acabó la carrera con diez puntos para encadenar dos Grandes Premios consecutivos sumando.

Tras el Gran Premio, el piloto español Fernando Alonso se mostro satisfecho tras el quinto puesto conseguido este domingo y ha reconoció haber recuperado la “fortuna” en el circuito de Hungaroring, a pesar de llevar un año algo desafortunado. “Ha merecido la pena, sin empujar el coche. Llevamos un año un poco desafortunado y cuando las cosas van medianamente bien fallamos en fiabilidad. Si las cosas se tuercen, tampoco conseguimos mejorar la situación. Hoy hemos recuperado la fortuna y cogemos las posiciones con agrado”, reconoció el asturiano.

Alonso, que creía haber acabado sexto hasta que Verstappen le confirmó su quinto puesto, afirmó que el coche ha mejorado cada carrera. “Sobre todo aerodinámicamente, hemos dado pasos hacia delante. Hemos entendido mejor la filosofía del coche y hemos cambiado la dirección de desarrollo del coche. En cuanto a la unidad de potencia, hemos tenido mejoras, aunque han sido más pequeñas”, añadió.

Con Alonso quinto y el británico Jenson Button noveno, McLaren consiguió terminar con sos dos pilotos en puntos. “Era un circuito favorable. Sabíamos que al no tener muchas rectas nos iba a ayudar. Sabíamos que Mónaco, Hungría y Singapur son nuestras bazas más fuertes. Aquí hemos conseguido puntuar con los dos coches y es bueno para los mecánicos que llevan un año de darse cabezazos contra la mesa y de desilusiones. Tenemos que encontrar mas prestaciones de cara a 2016”, apuntó el asturiano.

Por otro lado, el bicampeón mundial reconoció divertirse pilotando, a pesar de que le gustaría volver a ser más competitivo. “Siempre me divierto pilotando, no sólo hoy, pero nos gustaría pelear por puestos más importantes o ser más competitivos. No ha sido un año hasta ahora demasiado bueno. Estoy disfrutando de la experiencia, de trabajar con Honda y de la cultura japonesa, y de ver cómo ellos mejoran cada fin de semana”, concluyó el piloto español.

Por su parte, el piloto español Carlos Sainz se mostro visiblemente enfadado con la estrategia de su equipo al permitir que su compañero de equipo, el holandés Max Verstappen, realizase su parada antes que él, cuando el madrileño marchaba por delante en la carrera del Gran Premio de Hungría, que finalmente ha tenido que abandonar por un problema mecánico en su monoplaza. “Me da rabia porque estaba haciendo una carrera muy buena. La salida ha ido bien y he conseguido adelantar a un par de coches. Me tienen que explicar por qué no me han parado a mí primero antes que a mi compañero, cuando iba por detrás del Williams. Ha habido otros coches como Verstappen o Alonso que me han adelantado haciendo un “undercut”, parar antes que el que va delante para beneficiarse de los neumáticos nuevos. No entiendo por qué no hemos parado en el 'safety car' cuando Fernando ha parado”, declaró tras la carrera.

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