Paul McGinley ha sido un gran capitán y su equipo ha jugado de maravilla a excepción de un Stepehn Gallacher que fue el único de los jugadores del Viejo Continente que no ganó ninguno de los dos puntos que
disputó.
El mejor, sin duda, fue un Rory McIlroy espectacular que
abrió la lata en los individuales y que, una vez más, demostró con creces su
condición número uno del mundo. Por el contrario en el equipo americano poco
que destacar salvo la equivocación de nombrar a Tom Watson como capitán con 70
años. Un error que, seguramente, los americanos no cometerán dentro de dos años
en Minesota.