Lydia Ko, la joven amateur de 16 años que ha vuelto a hacer historia al revalidar el título del Open de Canadá, sigue deshojando la margarita de su paso al profesionalismo. "Mis padres son los jefes y me ayudarán a tomar la decisión. Es algo muy importante que a los 16 años es difícil de saber. Cuando eres profesional todo se convierte en un trabajo y cada golpe cuenta", ha dicho. Su victoria en Canadá, la segunda en la LPGA tras revalidar título, y con otro triunfo más en el LET, insiste en que "nada ha cambiado y sigo pensando en esa posibilidad".