Individuales de equipo

La Ryder Cup más épica para los europeos ha llegado apelando al espíritu de Severiano Ballesteros en una jornada de partidos individuales donde se lo jugaban todo.

Después de dos rondas de foursomes y fourballs en las que los europeos no pudieron encontrar la senda del triunfo, y fueron dominados por los estadounidenses en una de las facetas más cómodas para los europeos, llegaba la jornada crucial y los jugadores del viejo continente han demostrado que tienen otra pasta.

Parecía el mundo al revés, y en el juego de equipo los europeos estaban siendo dominados por los estadounidenses, más equipo que nunca, ayudado por su afición y por su capitán. La tradición decía que en los individuales los americanos suelen ser más eficaces, pero la magia ha cubierto Medinah Country.

Los partidos individuales dejaban claro que Europa iba a por todas, con Luke Donald, Ian Poulter, Rory McIlroy y Justin Rose en primera línea, seguidos de Paul Lawrie, Colsaerts, McDowell y Sergio García, para terminar con Hanson, Westwood, Kaymer y Molinari. Todos se mostraron concentrados y metidos en el papel que imaginaron de Seve ante una misión casi imposible. Había que ganar ocho puntos de 12 posibles, y todos, cada uno con su misión bien aprendida, salieron a cumplirla.

Han sido unos individuales muy de equipo, y tras los cinco primeros puntos logrados en los cinco primeros partidos, Europa se hizo una piña y demostró que además de ser buenos jugadores individuales, han sabido agruparse para culminar una remontada histórica.