Al final, el milagro se produjo y Europa con ocho victorias, un empate y tres derrotas alcanzó los ansiados 14 puntos y medio que le dieron el triunfo y que hacen que la Copa siga en Europa otros dos años más. Martin Kaymer con su último putt selló una victoria que todo el equipo dedicó desde el primer golpe al gran Severiano Ballesteros.
Casi nadie creía en Europa. Después de las dos jornadas vividas en el Medinah Country Club de Chicago Estados Unidos era la clara favorita para lograr una victoria que muy pronto se empezó a torcer para ellos.
En el primer partido del día, el ex número uno del mundo, el inglé Luke Donald, selló el primer punto que hacía que la esperanza llegara al equipo de un José María Olazábal que se convertía en el segundo capitán español en lograr la victoria al frente del combinado del Viejo Continente como antes hizo el gran Severiano Ballesteros en 1997 en Valderrama.
Todos los jugadores, sin excepción, igual que los cuatro vicecapitanes, incluído el malagueño Miguel Ángel Jiménez, que también repite entorchado como vicecapitán, brindaron su victoria a Seve. Desde el primer día, con su logo en las bolsas, en el vestuario, en el color de la ropa y en la manga de todos ellos esta victoria es la penúltima del genio de Pedreña a apoyado a estos jugadores que han hecho historia y que han borrado y vengado de un plumazo la remontada americana que superó cuatro puntos en los dobles en la edición de 1999.
Tras Donald, los siguientes puntos vinieron de la mano de Ian Poulter, Rory McIlroy, Justin Rose y Paul Lawrie, que hacía 13 años que no jugaba la Ryder y que hoy ayudó al equipo y de que manera.
Con el marcador igualado, los nervios empezaron a llegar a un equipo americano que veía como el azul se hacía protagonista del torneo. Colsaerts y Mcdowell cayeron con los dos Johnson, Zach y Dustin, pero el camino estaba abierto y una vez igualado el marcador el milagro parecía más cerca, aunque seguía pareciendo casi imposible.
Rose, Lawrie y Sergio García sumaron tres puntos más a un equipo que enloquecía y en el que el único que ponía cordura era José María Olazábal que sabía que todavía faltaba un paso para dedicarle la victoria a Seve.
Hanson caía con Dufner por 2up en la que fue la última victoria americana mientras que en los dos últimos partidos, los que enfrentaban a Molinari con Woods y Kaymer con Stricker el empate daba la victoria matemática a los europeos.
En el 17 el alemán ganó el hoyo y en el 18 con dos putts que nunca se olvidarán selló el punto definitivo para lograr una victoria histórica mientras que Tiger, en el último partido fallaba su último putt para firmar el empate con un Molinari que ya celebraba la victoria.
Vea el putt ganador de Martin Kaymer