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A la porra con los pronósticos

A la porra con los pronósticos

Por Valentín Requena
lunes 18 de junio de 2012, 00:00h
Casi todos somos muy dados a apostar, a pronosticar, a hacer conjeturas sobre quien puede ganar en acontecimientos deportivos, elecciones, algunos se lo juegan a la bolsa (a pesar de cómo está el patio), etc … en definitiva hacemos porras, unas con pasta de por medio, otras no, pero siempre haciendo gala de sabiduría y de que vamos a arrasar con nuestro candidato a la victoria de lo que sea.

Pues bien, anda que no se ha especulado sobre el resultado del US Open en tertulias, en charlas de amigos mientras se hacían unos hoyitos y  tomando alguna que otra copita que otra. No he oído a nadie que apostara por Web Simpson ni conozco a quien lo haya oído, a pesar de que el año pasado saliera victorioso en dos torneos del circuito estadounidense. Ni el mismísimo pulpo Paul, si viviera, hubiera adivinado esta complicada quiniela.


Los grandes favoritos o no han pasado el corte o han quedado del décimo para atrás. Y es que el  golf es un deporte atípico y diferente al resto ¿Quién podría pensar que Rafa Nadal o Roger Federer quedarían eliminados en primera ronda de un torneo de tenis? Nadie que esté en sus cabales. Pero en el Golf si sucede y además muchas veces. Es una de las características que dignifican a este deporte nuestro.

 

El Olympic ha estado complicado, es verdad, pero para todos. Ha sido el causante de naufragios sonados como los del number  one Luke Donald, McIlroy, Buba Watson y cuatro de los cinco españoles que se desplazaron a San Francisco. El Tigre parecía que ya tenía las uñas listas para arañar de verdad, pero también fue un espejismo y al final se convirtió en un gatito doméstico.  ¡Qué complicado es hacer un pronóstico en el golf!

 

Mucho se ha discutido sobre la tremenda dificultad del campo. En mi modesta opinión y así lo he manifestado en alguna tertulia, una cosa es que se les dificulten las cosas a los mejores del mundo, aunque sea una vez al año,  y otra es que se imposibilite el juego. El espectáculo televisivo, que es de lo que nos nutrimos los aficionados, se resiente notablemente. Como declaró Chema Olazábal, no se puede enviar a los jugadores a sufrir durante cuatro días.


No soy partidario de los campos que se ganan con menos veinte, pero tampoco de los que se gana por encima, como ha sido el caso de la edición 2012 del US Open. Prefiero golpes gloriosos desde la calle y no me gustan sobremanera los golpes fallidos desde el rough. Para uno sublime, hay diez que son malos. Creo que hay que mezclar las dificultados en los dieciocho hoyos y no que todos sean candidatos al boggie. De todas formas ya queda menos para que el año que viene volvamos a sufrir.

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