Schwartzel luce chaqueta verde

El sudafricano Charl Shcwartzel no duda cuando le preguntan qué hoyos del Augusta National son sus favoritos. "El 15, 16, 17 y 18", asegura, y añade que "no hace falta que te diga más detalles". Con esos cuatro hoyos y sus cuatro birdies se coronó en el Masters, se puso la chaqueta verde que luce con orgullo y ahora regresa, un año después al escenario para, al menos, recordar aquellos maravillosos días.

De momento en la noche del martes será uno de los privilegiados en la cena de campeones. El campeón del año pasado ha pedido una barbacoa al estilo sudafricano e incluso ha amagado con ponerse de chef, pero al final ha dejado a los profesionales. "Es una noche increíble. Estar junto a los campeones y a leyendas del golf. Estoy nervioso, la verdad", dice con cierta humildad sin percatarse de que él es uno de ellos.

Para este año Chwartzel espera un Masters muy competido y asegura que los últimos nueve hoyos serán vitales. "El que mejor juegue esos hoyos será el ganador". Lo dice por experiencia. El año pasado no entraban en las quinielas y fue en esos hoyos cuando se comenzó a hablar de Charl Schwartzel como posible campeón, hasta que fue metiendo birdie tras birdie adelantando a jugadores como Adam Scott, Jason Day, Tiger Woods o Luke Donald.

Las dos últimas pruebas que ha disputado, el Transitions y el Open de Houston, Schwartzel no ha pasado el corte. Sin embargo se siente bien. " Es fantástico estar aquí", dice. " He estado entrenando mi swing estas dos semanas y me siente bien". A pesar de sus resultados recientes, el año no está siendo malo para el sudafricano. Cuarto en el Cadillas WGC, quinto en el Honda Classic, han sido sus mejores resultados. Ahora sólo quiere destacar que lo importante es volver a un escenario que recordará toda la vida