Estos trabajos afectan a toda la red, que cuenta con una extensión de 35 kilómetros que abarcan los 18 hoyos del recorrido y el campo de prácticas.
El objetivo de las obras es facilitar la filtración del agua y su aprovechamiento y mejorar así las condiciones de la superficie de juego.
Una vez finalizado el invierno, se interrumpirán y darán paso a otra serie de trabajos, como es el caso del pinchado y recebado de greenes, previsto para mediados de marzo, finales de agosto y mediados de octubre.