Está claro que Italia ha explotado definitivamente en el mundo del golf. La presencia de los hermanos Molinari -Francesco y Edoardo- en la próxima edición de la Ryder Cup puede convertirse en una bomba que explosione en un país en el que hasta ahora el golf era un deporte al que se le prestaba muy poca atención.
Y es que tras la victoria en Gleneagles de Francesco Molinari, la fantástica temporada de los dos hermanos, que comenzó con su victoria como pareja en la Copa del Mundo de golf, y su próxima presencia en la Ryder Cup con los comentarios de Montgomerie y Jiménez diciendo que “serán una de las mejores parejas del torneo”, han hecho que el golf italiano -casi muerto desde la retirada del Tour de Cosntantino Rocca- haya vuelto ahora a ponerse de moda.
Y si de moda hablamos, cuando nombramos a Italia hay que hay que andar con pies de plomo, ya que ellos saben vender sus productos como nadie y a partir de ahora, sobre todo con el apoyo de la Ryder, Italia va a meternos por los ojos el apellido Molinari siempre que pueda. Y bien que hará. Seguro que gracias a ellos el golf transalpino mejorar de aquí a unos años si es que no lo está haciendo ya.
El último ejemplo es otra joven perla italiana que tras el Masters de Augusta decidió pasarse a profesionales tras analizar las suculentas ofertas publicitarias que tenía sobre la mesa. Matteo Manassero está aprovechando la ola italiana y tras sus primeros 18 hoyos se ha convertido en el primer líder, eso sí provisional, del Omega European Masters que, desde hoy, se disputa en Crans Sur Serre, en Suiza.
Con los jugadores de la mañana con sus tarjetas terminadas, Manassero ha sido el mejor con una tarjeta impoluta de siete birdies, cinco en los nueve primeros hoyos y dos más en los nueve segundos. Por detrás él algunos de los nuestros con sus vueltas terminadas como Alejandro Cañizares y Miguel Ángel Jiménez (-4), Ignacio Garrido (-3) y Jose Manuel Lara (+4).
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