Un domingo sin demasiada emoción para el golf español

Si hablamos de Álvaro Quirós, casi todas nuestras ilusiones para ver a uno de los nuestros ahí arriba estaban puestas en él. Sin embargo, fue el propio gaditano el que se encargó de aclarar antes de comenzar el torneo como estaba la situación. Sus actuaciones en los torneos del Grand Slam en los que ha participado han sido malísimas. Su objetivo era pasar el corte y demostrarse a si mismo y a todos que Quirós es algo más que un fantástico pegador. Lamentablemente, en este Us Open no ha tenido la oportunidad de dejarlo claro. En dos días no ha sabido hacerse al campo y lo malo es que ya van demasiados Majors sin estar a la altura. Quirós debe de trabajar algo más para que su rendimiento en este tipo de torneos mejore algo.

El caso de Miguel Ángel Jiménez es absolutamente difernete. Este campo le iba como anillo al dedo para tener una buena actuación. Algo corto y con opciones para desarrolar su magnífico e imaginativo juego. Hace diez años, en 2000, Jiménez fue segundo, es cierto que a 15 golpes del líder Tiger Woods, pero fue el mejor del resto. Ahora, con diez años más, no ha podido pasar el corte. Se ha quedado a un solo golpe y esta vez la táctica no le ha funcionado. El torneo ha sido durísimo y lo de mejorar puestos en los dos útimas rondas no podrá ser en esta ocasión. No es habitual ver a Jiménez fallando cortes, pero esta vez habrá que conformarse con este mál resultado del malagueño

Sergio García tendrá que esperar una semana más para vivir su renacimiento golfistico, si es que este termina por llegar. Las cosas parece que no mejoran. Es más, según van pasando las semanas no hay ningún signo de mejoría. Su juego con las maderas no deja de ser irregular. Con los hierros no es el que era, ni muchísimo menos, y con el putt más de lo mismo. Sus cifras son malas y sus estadísiticas le colocan en el sitio en el que está. Hay muchas opciones de mejora pero parece que su buen rendimiento no llega. El Us Open en Pebble Beach no es el mejor momento para evaluar un estado de juego como el de Sergio García pero visto lo visto la situación no es nada alagüeña para el castellonense.

Rafa Cabrera Bello tiene calidad más que suficiente para vivir muy bien del golf, soñar con ganar torneos del Circuito Europeo y mejorar su carrera y sus cifras poco a poco. Estar en el Us Open ha sido un premio espectacular a su trbajo y  su constancia. Ganrse el puesto en las previas inglesas no está al alcance de cualquiera y él lo logró demostrando su calidad. Además del premio de estar en Pebble Beach, vivió la gloria del liderato, de jugar muy bien el primer día y de soñar. A soñar tenemos derecho todos y é también. La dureza de un torneo del Grand Slam no tiene piedad con nadie y él no iba a ser una excepción. En la cuarta jornada tiene opciones de mejorar posiciones y quien sabe, ganarse una plaza para el año que viene. Ha estado arriba y ahora ha bajado puestos pero su Us Open es para enmarcarlo.

Pablo Martín Benavides ha pasado el corte. Este año ya ha ganado un torneo del Circuito Europeo y también ha vivido la victoria por equipos con algunos de los mejores jugadores del Viejo Continente en la Royal Trophy. Montgomerie ha dicho de él que es un gran jugador y lo tiene siempre en el recuerdo.

Este Us Open ha sido para él una nueva prueba para demostrarse que puede estar entre los mejores, hacerlo bien y estar arriba es otra cuestión diferente. Llegar hasta aquí como lo ha hecho él es suficiente premio pero él mismo querrá más y da la sensación de que en un futuro no muy lejano tendrá muchas más oportunidades para demostrarlo.