Sin embargo, la mayoría de los profesionales que están en Tampa Bay disputando el torneo y preparándose para las próximas grandes citas que les esperan, quizá no piensen tanto en Tiger sino en ellos mismos. Es cierto que ha habido bastantes reacciones en relación con la vuelta de Woods y algunos jugadores, sobre todo los más destacados, han dejado claras sus opiniones -en su mayoría favorables a la vuelta del número uno-. Otros han preferido callar y la mayoría espera acontecimientos.
Sergio siempre ha dicho que respeta a Woods y sus decisiones y que lo que verdaderamente le importa es que vuelva cuanto antes a jugar. Es bueno para él para el golf y para los profesionales.
De la misma manera se ha pronunciado Kenny Perry o como Buba Watson, que ha dicho que le encantaría jugar con él el primer día del Masters. Otros jugadores han asegurado que no saben cómo reaccionarán cuando le vean, como Steven Stricker y algunos como Daly han asegurado que la vuelta de Woods será la vuelta de las vacas gordas al negocio del golf.
La vuelta de Woods significará más venta de entradas, más negocio televisivo, más público y más contratos y ganancias para los jugadores y, por supuesto para Tiger Woods . Ahora solo falta que la normalidad llegue al circuito y para nuestros intereses el buen rendimiento de Sergio García en esta cita que repartirá 5,4 millones de dólares en premios y 500 puntos para la Fedex Cup.
Hasta ahora, Sergio ocupa el puesto 56 en la lista de ganancias norteamericana, con un cuarto puesto en el Accenture, un trigésimo séptimo en el CA y dos malas actuaciones en el Honda Classic y en el At&T, donde acabó 50º y 52º, respectivamente. Con la pronta llegada del Masters al calendario esperemos que Sergio retome la senda del buen juego y loo tengamos en Augusta como uno de los favoritos a la victoria.