De un tiempo a esta parte, el mundo del golf ha abierto la puerta a las empresas de seguros. Las compañías del sector asegurador comienzan a especializarse también en este deporte que sigue creciendo en España.
La semana pasada Reale amplió su compromiso con la Real Federación Española de Golf hasta 2011. De esta manera, además de patrocinar el Open de España, reale se hace cargo de la responsabilidad civil y accidentes de los más de 330.000 federados con los que cuenta la RFEG.
Por su parte, Mapfre, lleva desde hace años patrocinando los equipos nacionales y los torneos de las categoría inferiores, en una política de apoyo al golf desde la base. Son dos de las empresas aseguradoras que han entrado en el mundo del golf con decisión. Sin embargo, otro grupo de compañías también se están especializando en el sector, un mundo no muy amplio pero que requiere de una clara especialización.
Mario Chivite, responsable de la correduría Varela & Ayala, considera que ha aumentado mucho la oferta y actualmente más de cinco compañías se están especializando en golf. “Hace falta un cambio de mentalidad en las compañías para entrar en el sector del golf”, dice Chivite. “Antiguamente sólo se aseguraba la Casa Club y ahora es necesario comprender que hace falta asegurar también el Campo de golf”, comenta. Para Chivite, hace 20 años los Clubes pertenecían a los socios y los problemas se resolvían mediante cuotas a los socios.
Ahora, sin embargo, los clubes de golf son un negocio y es necesario externalizar el riesgo con seguros. “El drenaje, el mantenimiento, el riego, el diseño...son circunstancias que afectan al negocio y ahí es donde entran las compañías de seguros”. Por eso Chivite apuesta por la especialización también de los peritos. “Se necesitan peritos especializados en golf y eso lo tiene que entender la compañía de seguros”, dice. Ya no es suficiente con asegurar la Casa Club. Ahora, el propio campo es el que genera el negocio y hay que conservarlo y protegerlo. Por eso, los seguros en golf ya amplían sus funciones a pérdida de ingresos derivada de siniestros, accidentes de los empleados, responsabilidades civiles que no cubre el seguro de la Federación, robos, cambios en el diseño del campo por cualquier circunstancia, daños por vientos, incendios, inundaciones.
Son problemas que afectan al recorrido y por tanto a los jugadores de golf y al negocio propio de un campo. De ahí que algunas compañías ya estén entrando en este mundo. En todo caso no es un planeta muy habitado. El negocio del seguro del golf es limitado. Con cerca de 350 campos, no todas las compañías pueden acceder a esta parcela.
Los seguros en el golf también han sido alcanzados por la crisis. La relación íntima entre los campos y la construcción ha paralizado muchos movimientos. Ante el Parón económico aumentan los siniestros. Hay más robos, el mantenimiento cae al no poder aumentar la plantilla, la vigilancia también es inferior...Además, existen más reclamaciones a la aseguradora que antes no se tenían tan en cuenta, y las primas bajan al reajustarse el presupuesto. A pesar de todo, una cosa está clara. El mundo del seguro ha entrado en el golf y eso ha obligado a cambiar la mentalidad de muchas compañías. Ahora el golf previene el riesgo pero pensando también en el campo.