El Ranking Mundial de Golf ha experimentado esta semana un movimiento significativo tras las victorias de Ben Griffin en las Falls Series del PGA Tour y de Aaron Rain en el DP World Tour. Ambos triunfos han tenido un impacto directo en la configuración de las veinte primeras posiciones, reflejando la creciente competitividad de un circuito global en el que cada torneo puede alterar de manera sustancial la jerarquía establecida. La victoria de Griffin en suelo mexicano le ha permitido escalar varios puestos y consolidarse como uno de los nombres emergentes del golf mundial, mientras que el éxito de Rai en el circuito europeo ha reforzado su presencia en el top‑20, confirmando que su progresión no es circunstancial sino fruto de una regularidad que empieza a ser reconocida por analistas y aficionados.
En la parte alta del ranking, los grandes dominadores mantienen su posición, aunque con ligeros ajustes. Scottie Scheffler continúa liderando la clasificación gracias a su consistencia en los Majors y en los torneos de máxima categoría, seguido de cerca por Rory McIlroy conserva un colchón de puntos que le mantiene en la élite. Viktor Hovland y Xander Schauffele se mantienen en la lucha por el podio, mientras que Collin Morikawa y Patrick Cantlay consolidan su presencia en el top‑10 gracias a resultados sólidos en las últimas semanas. La irrupción de Griffin supone un aire fresco en esta zona alta, desplazando a jugadores como Jordan Spieth o Justin Thomas, que han mostrado cierta irregularidad en sus últimas actuaciones.
Por su parte, el triunfo de Rai en el DP World Tour ha tenido un efecto inmediato en la clasificación, situándole vigésimo tercero y confirmando que el circuito europeo sigue siendo un vivero de talento capaz de competir con el poderío del PGA Tour. Su ascenso ha generado un reajuste que afecta a nombres como Tommy Fleetwood, Matt Fitzpatrick o Shane Lowry, quienes ven cómo la presión aumenta para mantenerse dentro de los veinte primeros. La diversidad de nacionalidades en el top‑20 refleja además el carácter global del golf actual, con representantes de Estados Unidos, Europa y Asia disputando cada semana posiciones de privilegio.
El contraste más llamativo, sin embargo, lo protagoniza Jon Rahm que sigue en caída libre en la clasificación y esta semana aparece ya en el puesto septuagésimo cuarto. Su descenso es consecuencia de su ingreso en el LIV y por la la falta de títulos en los torneos que dan puntos en el Ranking Mundial, lo que ha reducido drásticamente su acumulación de puntos. La situación de Rahm preocupa en el ámbito del golf español, ya que su figura había sido durante años el referente indiscutible en el panorama internacional. Su retroceso deja a España sin representación en la élite inmediata y plantea interrogantes sobre su capacidad de recuperar terreno en el corto plazo.
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