La Ryder Cup 2025 arrancó con intensidad en el mítico Bethpage Black de Nueva York, y tras la primera jornada, el marcador refleja un claro dominio europeo: 5,5 a 2,5. Desde la perspectiva de los capitanes, el duelo estratégico entre Luke Donald y Keegan Bradley ha tenido un claro vencedor en este primer asalto: el inglés Donald, que ha sabido leer el campo, el ambiente y a sus jugadores con precisión quirúrgica.
Por la mañana, en los foursomes, Europa salió con fuerza. Donald apostó por repetir fórmulas que funcionaron en Roma 2023, como la pareja Jon Rahm–Tyrrell Hatton, que volvió a brillar al vencer con autoridad a DeChambeau y Justin Thomas (4&3). El capitán europeo también acertó al juntar a Rory McIlroy con Tommy Fleetwood y a Ludvig Åberg con Matt Fitzpatrick, quienes aportaron puntos clave. Solo el dúo Schauffele-Cantlay logró rescatar un punto para EE. UU. en esa sesión.
Por la tarde, en los fourballs, Donald volvió a confiar en Rahm, esta vez junto a Sepp Straka, y el español respondió con una actuación estelar frente al número uno mundial, Scottie Scheffler. Aunque los estadounidenses mostraron algo más de resistencia, Europa mantuvo el pulso y cerró la jornada con una ventaja sólida.
Keegan Bradley, por su parte, apostó por nombres potentes pero no logró cohesionar a sus parejas. La presión del público local, la presencia de Donald Trump y el ambiente eléctrico no bastaron para frenar a un equipo europeo que parece haber llegado con la misma hambre que en Roma.
Luke Donald ha demostrado que la experiencia y la calma son armas poderosas en este torneo. Con una ventaja de tres puntos, Europa se posiciona con firmeza para reeditar el título logrado hace dos años. Pero queda mucho golf por jugar, y Bradley tendrá que reaccionar rápido si quiere evitar que esta Ryder Cup se le escape de las manos.