Scottie Scheffler, número uno del mundo, afronta la Ryder Cup en Bethpage Black con humildad y una mentalidad de equipo. En su comparecencia ante los medios este martes, dejó claro que no se considera más importante que sus compañeros: “Lo que hago tiene el mismo impacto que JJ Spaun, Ben Griffin o Justin Thomas. Cada punto vale lo mismo”. A pesar de su estatus como superestrella, Scheffler insiste en que su enfoque es colectivo.
Sin embargo, su papel como líder es inevitable. Tras una temporada brillante con 19 victorias desde 2022, incluidos cuatro majors, Scheffler llega como referente del equipo estadounidense. Su historial en match-play, especialmente en la Ryder Cup, ha sido irregular. En 2023, como número uno, no ganó ningún partido (0-2-2), lo que alimenta la narrativa de que los mejores del mundo suelen fallar en esta competición. Desde 1999, el jugador mejor clasificado ha ganado solo el 38% de sus partidos en la Ryder Cup.
Scheffler se ha acostumbrado a las comparaciones con Tiger Woods, quien también tuvo dificultades en este formato. “No me incluiría en esa categoría”, dijo sobre tener un aura como Woods. Su estilo es más natural y accesible, lo que facilita la química con sus compañeros. Russell Henley, por ejemplo, afirmó no sentir presión adicional al jugar con él.
Además, Scheffler abordó la presencia del presidente Donald Trump en el torneo, calificándola de “extremadamente importante” en un momento delicado para el país. Reveló que Trump suele felicitarle tras sus victorias y que su apoyo transmite confianza al equipo.
Fiel a su filosofía, Scheffler no se deja llevar por las expectativas externas. “No me molesto con ese tipo de cosas porque no tienen importancia para mí”, afirmó. Su objetivo es claro: competir, sumar puntos y ayudar a su equipo a ganar, sin importar el peso de su nombre.