Cuando Tiger Woods es de la partida todos y cada uno de los focos del torneo en donde juega son para él. Parece como si el resto de los grandes jugadores mundiales, a saber, Rory McIlroy, Scottie Scheffler o Jon Rahm, por poner un ejemplo de los tres primeros clasificados mundiales apenas existieran. Todo gira sobre y alrededor de Tiger Woods que esta semana vuelve a la competición después de su última participación oficial en el The Open, allá por el mes de julio de 2022.
Tiger vuelve ahora, más de 800 días después a jugar un torneo del PGA Tour sin que este sea un major. La última vez que lo hizo fue en octubre de 202o en un ZoZo Championship en donde terminó sexagésimo octavo.
Con él van a estar los mejores del mundo, los 30 primeros jugadores clasificados en la FedEx Cup, includido el número uno, Jon Rahm que tras sus dos primeras victorias y haber rozado el tercer entorchado en otros dos torneos llega a este Genesis Open, que celebra su sexagésima edición, con todas las ganas del mundo para intentar sumar la tercera y de paso conquistar el número uno del mundo que tan brillantemente recuperó la semana pasada un Scottie Scheffler espectacular.
No faltará Rory McIlroy ni 23 de los 25 primeros primeros jugadores del Ranking Mundial en un campo mítico como es el Riviera Country Club que tendrá en sus calles y greenes al ganador de la edición del año pasado, el estadounidense Max Homa y también al segundo clasificado, Colin Morikawa.
Un recorrido que albergará en 2026 el Us Women´s Open y la competición olímpica en 2028.
En juego 20 millones de dólares en premios y el prestigio de ganar uno de los grandes torneos del PGA Tour este año.
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