En el día de su 47 cumpleaños, recordamos uno de los momentos más especiales para Tiger Woods en este complicado 2022, y no es otro que su despedida de St. Andrews en la 150ª edición del Open Championship.
El resultado, +9 en dos jornadas, era lo de menos, pues ver a todo un Tiger Woods llorar al cruzar el famoso puente del hoyo 18 de la cuna del golf, es algo que queda en la memoria de todos los aficionados al golf, y a cualquier deporte, pues el norteamericano es historia del deporte mundial.
Tras numerosas lesiones y un último dramático accidente de coche, que cerca estuvo de ser fatal, Woods hacía lo imposible para estar presente en esta edición tan especial del Open Championship, y aunque no pudo jugar los cuatro días por fallar el corte, volvió a ser el principal atractivo de un torneo que contó con más de 300.000 espectadores durante los cuatro días.
Un público entregado a Woods, al que ovacionó durante muchos minutos, deseando que no fuera la última vez en la que el tigre participa en este campo mítico de la rotación.
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