El que la sigue, la consigue. Esa es la frase que define la actuación de Dustin Johnson en lo que llevamos de corta historia del LIV Golf, pues tras rozar el triunfo en los tres primeros torneos, por fin se lleva el gran cheque en el torneo de Boston, y lo hace con un desenlace de película.
Este ha sido, claramente, el torneo más reñido de los cuatro que se han disputado en este circuito, y no solo por haberse resuelto en el playoff, también porque hasta cinco jugadores pudieron haber llegado a ese desempate de no haber sido por el último hoyo de juego, pero finalmente fueron Anirban Lahiri y Joaquín Niemann, dos debutantes, los que acompañaron a DJ en la muerte súbita.
Lee Westwood y Cameron Smith, ambos con bogey en el último hoyo, se quedaron con la miel en los labios, aunque la situación más dolorosa la protagonizó el propio Lahiri en el hoyo 72, donde tras pegar el golpe del torneo, fallaba un corto putt de eagle, corbata incluida, que le hacía no ganar el torneo por la vía rápida y acudir al desempate.
Ya en el hoyo de playoff, el asequible par 5 del 18, DJ fue el único que cogió calle y green para terminar embocando un largo putt de eagle contra tablero, pero que le sirve para llevarse el premio de los cuatro millones de dólares. El público, como no podía ser de otra manera, se volvió loco:
Tres top-10 llevaba en los torneos anteriores del LIV, y esta semana en Boston ha llegado su hora, y ante los mejores rivales que ha tenido en lo que va de circuito, y es que la llegada de los nuevos fichajes ha llevado, sin duda, al LIV a otra dimensión de mayor competitividad y menos exhibición.
También, por tercer torneo consecutivo, Dustin Johnson y su equipo de los Aces, formado junto a Pat Perez, Talor Gooch y Patrick Reed, se llevaron la clasificación por equipos.
La representación española ha tenido a Sergio García como mejor jugador, noveno con -10 tras un buen fin de semana; a Eugenio Chacarra en 35º puesto con -2 y a Adrián Otaegui en los últimos puestos con +5.
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