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Opinión

El monotema

Por Guillermo Artola
martes 14 de abril de 2020, 20:36h

Lo primero que tengo que decir es que quedarse en casa puede resultar aburrido, es cierto, pero el monotema del coronavirus es peor aún. Además de monopolizar nuestras conversaciones, monopoliza nuestra vida completa y no podemos hablar de otra cosa o pensar siquiera en algo mejor.

Para empezar, no, para seguir, nos quedamos sin el Open. Creo recordar que sólo las dos guerras mundiales, del 15 al 19 en la Primera y del 40 al 45 en la Segunda, pudieron con él. Los súbditos de su Graciosa Majestad son más aficionados al golf que nadie, cierto, pero son capaces de dejarlo a un lado cuando hay que pegarle un repasito a los boches. Hubo un tiempo en que los alemanes no podían estarse quietos y en dos ocasiones estuvieron a punto de fastidiarle definitivamente la vida al resto del universo.

Vale, pues hay que quitarse el sombrero porque cuando ellos se pusieron guerreros y parecía imposible pararlos, los del Open lo hicieron. Ahora tenemos una Guerra peor aún que aquellas y, ¿cómo no?, los dirigentes alemanes vuelven a ser insolidarios como siempre. Yo no tengo nada contra Langer o contra Kaymer, pero a la Merkel no la dejaría entrar en España ni en un viaje del “Insersen”.

Si esto sigue así, con Alemania, Holanda, Austria y no sé quién más desentendiéndose del sur de Europa, que hay que ser tontos si creen que ellos se van a salvar, si sigue así la Ryder estará en peligro, no hay duda, pero no sólo porque se suspenda este año y vuelva a los impares como antes del 11 S. Yo no llamaría equipo europeo al configurado por jugadores de las Islas y del Continente, pues empieza a parecer que somos cualquier cosa menos eso.

Repito que no tengo nada contra Kaymer, que además fue decisivo en el Milagro de Medinah de 2012 con José María Olazábal a los mandos del que entonces sí fue un equipo. Pero, en fin, todo esto lo decidirán las altas instancias del golf y casi prefiero que sean ellos quienes tengan que hacerlo, que les va en el sueldo. Mientras tanto ya es seguro lo del Open y me temo que la Ryder no tardará en empezar a temblar. Ojalá que sólo se deba a un virus…

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