Menudo fin de semana ha tenido el golf español. Sólo en deportes de motor, creo, se ha podido dar algo parecido cuando Fernando Alonso ganaba en Fórmula Uno y los pilotos de motociclismo hacían lo propio como acostumbran o tal vez con Carlos Sainz padre y los moteros que ganaban a la vez que él.
En realidad da igual y no merece la pena comparar fechas. Lo que es indiscutible y podemos comentar hoy es lo de este fin de semana. Nuria Iturrios ha vencido en el Lalla Meryem Cup del Ladies European Tour y lo ha hecho en el mismo campo en que consiguió su primera victoria, Dar Es Salam, en el año 2016.
En el Trofeo Hassan II y en el mismo campo ha estrenado su palmarés de ganador Jorge Campillo, lo que nos alegra sobremanera porque llevábamos años esperándolo y, aunque sabíamos que acabaría por suceder, la verdad es que hacía ya unos años que estábamos convencidos y a la espera.
Seis segundos puestos, cuatro terceros y dieciocho “top ten” hablan claramente de que no hay ni un ápice de suerte o de casualidad en la victoria del extremeño, y ahora que se ha estrenado creo que no tardará en repetir habiéndose quitado gran parte de la presión. Además hay que mencionar que Campillo, con esta victoria se ha colocado sexagésimo quinto del mundo, lo que empieza a acercarse mucho a los cincuenta primeros que le permitirían jugar los Grandes y los Campeonatos del Mundo.
Por si estas dos enormes victorias nos parecen poco, en el mismo fin de semana, el pasado, Jon Rahm ha ganado el torneo del Circuito Americano, el Zurich Classic of New Orleans, campeonato que se disputa por parejas desde hace tres años y en el que ha participado junto al tejano Ryan Palmer.
Que Jon sea español nos puede inducir a creer que todo el mérito ha sido suyo, y aunque ha jugado tan bien como acostumbra, la verdad es que Palmer no se ha quedado atrás y, sobre todo, ha pateado con una seguridad increíble y se ha complementado perfectamente con el vasco. Por cierto, Jon está sexto en la clasificación de la FedexCup, y décimo primero en la clasificación mundial.
En fin, felicidades a todos ellos y, por ende, al Golf español, que evidentemente goza de una salud excelente.
Si (
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